Francisco Casanova, un enamorado de El Seibo

Francisco Casanova, un enamorado de El Seibo

POR DANNY MERCEDES
El Seibo.- Francisco Casanova, el tenor universal, nació en esta ciudad histórica de Santa Cruz de El Seibo. Su nombre verdadero es Francisco Nicolás Chahín Casanova, conocido artísticamente en el mundo como el cuarto tenor Francisco Casanova, y para sus amigos seibanos, cariñosamente Chiqui, hijo de los cantantes y músicos Alfredo Chahín y Barbarita Casanova.

El mercado artístico internacional, en 1989, lo bautizó como Francisco Casanova, quitándole el apellido Chahín, de su padre, porque para los norteamericanos era muy difícil de pronunciar y el Casanova, de su madre es más pegadizo.

D- Hábleme de su niñez en El Seibo

F-  Ay Dios mío, que te digo yo de mi pueblo, mi pueblito, como dice una canción de Carlos Guastavino, que es un compositor argentino, que dice: “Mi pueblo, pueblito, extraño tu tarde querido pueblito, no puedo olvidarte, cuanta nostalgia llevo en el alma ésta tarde, si pudiera otra vez bajo tu sauce soñar, que en el caso de El Seibo, sería soñar bajo tus arrayanes, tus cajuiles y tus mangos, viendo tus nubes que pasan por el alto del barrio Buenos Aires, donde yo y mis amigos volábamos chichiguas, Que te puedo decir de mi niñez en El Seibo, mi pueblito querido, te digo que cada vez que hago un recitar, canto canciones, como “Mi pueblo, mi pueblito”, como primera propina, para recordarme de mi pueblo y cuando termino le doy gracias a Dios por haber nacido en El Seibo.

D- ¿Qué recuerda del Río Soco, Las Dos Bocas y La Piedra Redonda?

F- Cesarín Gerónimo (El pelotero), Luisito Chahín Tuma y Tony Rubirosa, eran los muchachos que me sacaban el permiso a mí, con doña Barbarita mi mamá, porque ellos eran mayor en edad que yo, y eran los muchachos que me llevaban al río Soco y allá gozaba muchísimo bañándome en La Piedra Redonda,  charco del río. Son recuerdos muy bonitos, que me hacen recordar mi niñez.

D- ¿Y las praderas de las Cuchillas?

F- Ay muchacho, tú me quieres romper el corazón aquí, tú quieres matarme. Yo recuerdo cuando nos levantábamos tempranito por la mañana, que en la casa de mi papá, donde yo me crié, había una terraza, cerca de la cocina, de donde se veían los campos y las pangolas de la sección Las cuchillas, hacia el Este, y también el Río Seibo y la confluencia Las Dos Bocas. Recuerdo que mamá  se levantaba a las 5:00 de la mañana, prendía el fogón y se veía aquel fuego hermosísimo. Mi mamá parecía una sacerdotisa adorando el fuego y papá se levantaba a eso de las 5:30, se iba al baño y salía con un olor a su loción de afeitar, a su cigarro preferido. Se sentaba en una silla y yo me le sentaba en las piernas y él me dejaba la surrapita del café. Ese es el recuerdo más bello que tengo de El Seibo, las madrugadas con papá y mamá en la cocina, en la terracita mirando cómo el Sol se levantaba por encima de la cordillera oriental, por las lomas de Las Cuchillas y El Cabao.

D- Defíname dos nombres: Alfredo Chahín y Barbarita Casanova, sus padres.

 (Se produjo un silencio y baja la cabeza y con los ojos aguados dice):

F- “Ahí, tú me la pones difícil. Baita es dulce y fuerte. Alfredo, un hombre recto, con defectos y virtudes, como todos nosotros. Un hombre que lamento haberlo comprendido sólo ahora, cuando tengo la edad que el tenía cuando me tuvo a mí. Siempre lo llevo en el corazón y en el que pienso todos los días de mi vida. Lo tomé como medida para hacer todo”.

D- Hábleme del Parquecito de los Cañones.

F- “Mira, cuando Carlos Alfredo Fatule Chahín, mi primo, visitaba El Seibo en vacaciones de verano y en las navidades (él dice ahora que es más joven que yo), mi abuela María vivía al lado del abuelo de Carlos Alfredo, don Aníbal Fatule, frente al Parquecito de los Cañones y nos encaramábamos en el palo de luz.

 Recuerdo a mis primos Toñito, Omar Chahín, Jorgito, Jimmy Chahín Herrera, Sergio Zorrilla y a mi prima Soraya, quienes son de mi generación”.

D- ¿Qué le recuerdan las corridas de toros?

F- “Tengo una foto que mi papá tomó de Peguerito, la tengo enmarcada en mi casa, porque él estaba subido en los palos de la Barrera. Esa foto viajó por el mundo, porque fue cuando un toro bravo le dio a Peguerito, que lo elevó hacia el aire, eso fue impresionante. El Seibo tiene demasiado encanto, como son las corridas de toros, los atabales de Nino Solano, el mabí, los Ríos Soco y Seibo, el dulce de leche de doña Tula y sus personajes pintorescos, como Deguañangue”.

D- ¿Qué recuerda de músicos como José Tavárez y Cuto Estévez?

R- “Viví mi niñez viéndolos en el parque, cuando los domingos realizaban la retreta en la Plataforma de la Cultura. Recuerdo que José Tavárez vivía detrás de mi casa, en la calle Palo Hincado. Él era el papá de Fifa Tavárez, que tenía una voz bellísima cuando cantaba.

De Cuto Estévez, recuerdo cuando yo era un niño y lo veía que pasaba. Era muy amigo de mí papá  y yo sabía que era el director de la academia de música de El Seibo. Como yo quería estudiar canto y música, siempre lo veía como el que tenía las llaves de mi destino. Cuando mi mamá me llevó a donde él, me dijo: gordito, súbete a esa silla y canta esa lección, que acaba de solfear, canta para que ellos te oigan. El fue el compositor de las letras y la música de la canción Todo me gusta de ti. Cuando uno oye esa canción se da cuenta de su espíritu bello.

“El Seibo es un encanto, donde disfruto y canto”.

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