El papa Francisco fue el primer pontífice perteneciente a la Compañía de Jesús, también conocida como los jesuitas.
Es una de las órdenes religiosas más prominentes de la Iglesia católica, con aproximadamente 15,000 sacerdotes, hermanos y novicios de más de 110 países.
Su alcance se extiende desde prestigiosas universidades en capitales mundiales hasta humildes albergues para migrantes en sofocantes aldeas selváticas, todo en pos de la misión encapsulada en su lema: «ad majorem Dei gloriam» («para la mayor gloria de Dios»).
Como respondiendo a una pregunta implícita sobre quién es un jesuita, el papa Francisco… afirmó que «el jesuita es un servidor de la alegría del Evangelio» en cualquier misión que emprenda, escribió el superior general de la orden, el reverendo Arturo Sosa, en su mensaje a sus compañeros jesuitas tras el fallecimiento de Francisco.
