Francisco Xavier Castillo valiente, pero olvidado

Francisco Xavier Castillo valiente, pero olvidado

Calle Francisco Xavier Del Castillo Márquez, en Vietnam, San Lorenzo de Los Mina Bernard Hernández y Arlenis Castillo

No sólo fue de los primeros escritores dominicanos conocidos en el ámbito intelectual y político internacional del siglo antepasado sino que también relacionó a sus colegas nativos con pensadores y líderes de renombre como José María Vargas Vila, Manuel Baldomero Ugarte, Manuel Antonio Sanguily, Eduardo Blanco, “Aramburo y Pedro Montesino”, entre otros.

Muy joven se dedicó al comercio y en sus horas libres escribía literatura con el seudónimo de “Cleóbulo de Lindos”.

Descrito como “la obra de su propio esfuerzo”, fue una de las vidas más útiles nacidas en Baní, aunque también dio demostraciones de su talento y dedicación al trabajo mientras residió en La Romana.
Francisco Xavier del Castillo Márquez, a quien desde hace medio siglo se le rinde homenaje con una calle de San Lorenzo de Los Mina, fue además, periodista, impresor, maestro.

Pero el rasgo por el que más se le recuerda y reconoce es el de su decidida oposición a la Ocupación Norteamericana de 1916, por la contundente y valiente protesta que escribió e hizo circular en todas las cancillerías del mundo.

A pesar de sus luces como escritor, su osadía, sus luchas nacionalistas, las defensas por el orden social y la paz de la República y pese a su ejemplar entrega al trabajo, es otro dominicano sepultado en el olvido. Lo citan literatos debido a sus obras publicadas, pero poco se destacan sus afanes por la soberanía, que recorrieron los continentes con su nombre estampado en sus enérgicas manifestaciones contra el intruso.

El laureado literato Manuel Mora Serrano consignó hace unos años que las producciones de Del Castillo “están ausentes en muchas bibliografías”.

No se localizaron fotos suyas, ni los nombres de sus padres ni de sus descendientes. Tampoco la fecha de su muerte.

Apenas se encontró uno de sus palpitantes y habituales trabajos, publicado en el Listín Diario de abril de 1915, que trata situaciones sociales, políticas y policiales de La Romana, por la que luchó siempre como si hubiese sido su natal.

“Pondré mi pluma con todas sus hieles y con todas sus dulcedumbres al servicio de los intereses de esta común: me dispongo a enfrentarme con todas las energías a cuanta práctica ilegal, abusiva, descompuesta, autoritaria, etc., se realice de parte de particulares o de autoridades”, advirtió en esa publicación.

Francisco Xavier nació en 1883 y comenzó sus estudios elementales con el profesor Melchor Cabral, quien fue durante mucho tiempo el maestro de la juventud banileja.

En “Reseña histórica de Baní” se afirma que Del Castillo Márquez “era hombre de recia voluntad y buscó amplios horizontes para orientarse”.

En La Romana fue director de la Escuela Billini; presidente del Ayuntamiento y propietario de “Atenas”, primera imprenta del lugar. Fue corresponsal del “Diario de la Marina”, en el que dejó su impronta a través de más de 600 artículos.

Estuvo casado con Aminta Morel. Se afirma que “dejó familia distinguida y honesta”.

Publicó: Bajo otros cielos, Almas y perfiles, Epinicio. Imprimió otras obras y quizá dejó algunas inéditas de las que no se tienen noticias.

Murió durante el período de la intervención norteamericana. Algunos afirman que en 1916, pero esta se prolongó desde ese año hasta 1924. Lo cierto es que partió al otro mundo con el país invadido por los Estados Unidos de América. Aseguran autores que sus últimos días los pasó sumido en la tristeza debido a la desventurada situación de su Patria.

El 17 de julio de 1974, el Ayuntamiento del Distrito Nacional designó varias calles del sector Vietnam, de San Lorenzo de Los Mina, con nombres “de quienes fueron románticos visionarios de la construcción de nuestra patria, ilustres paladines de nuestra historia dominicana”. Entre ellos está Francisco Xavier del Castillo Márquez.

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