Franco Pianegonda

Franco Pianegonda

Con liderazgo y creatividad cambió las reglas de la joyería

Por Sinthia Sánchez
Con 37 años de edad, el italiano Franco Pianegonda es el líder y creativo principal de una compañía que ha cambiado radicalmente las reglas del mundo de la joyería. Intuitivo y observador, es capaz de capturar permanentemente ideas nuevas, no sólo del diseño y del arte, sino de la vida cotidiana.

Es, por instinto, un marcador de tendencias. La pasión y la determinación, son las fuerzas que lo guían en su búsqueda personal de la belleza, la misma que él reinterpreta de maneras geniales, alejadas de todo convencionalismo. Con ese talento subconsciente que siempre está presente en aquellos que de una u otra forma revolucionan el mundo, su trabajo es desarrollar un proyecto integral que está fascinando a la élite internacional con su arrolladora creatividad, frescura y personalidad.

Pianegonda marca un nuevo código en el diseño de joyas

Pianegonda es una línea de joyas moderna y vanguardista que está muy de moda anivel internacional. Virginita Dalmau, propietaria de Casa Virginia, en uno de sus viajes a Italia tuvo la oportunidad de conocerla, y al quedar gratamente impresionada con la línea, decidió acercarse a su creador. Es por eso que se encontraron en la feria de las joyas, en Basilea, y los ejecutivos de Pianegonda visitaron el sitio en Internet de Casa Virginia y la eligieron para distribuir la línea de joyas de manera exclusiva en la República Dominicana.

Desde hace un año y medio esta boutique de gran prestigio en el país, representa a Pianegonda, y todas las mujeres vanguardistas, conscientes de ellas mismas y de la moda, son sus clientes.

Para su creador, Pianegonda es una compañía que trabaja desde Italia, pero con una mentalidad mundial. Posee boutiques en toda Europa y hace poco tiempo abrió una nueva sucursal en Dubai, India.

Franco Pianegonda, eje motor de esta corporación mundial, cuenta que en el mes de abril del año próximo abrirá en Los Angeles.

“Nuestros representantes en el mundo son socios con una visión  cosmopolita, que visualizan lo que pasa en el mundo. Lo que vimos en Casa Virginia no es sólo que es un sitio ideal para las joyas, sino la manera de pensar que existe en este lugar. Tu entras aquí y sientes que estás en una tienda que bien podría estar aquí en Santo Domingo, como podría ser en Los Angeles, en Miami, Milán, Nueva York, Moscú o Japón, porque la mentalidad abierta que aquí se respira es lo que cuenta”, afirma convencido el diseñador.

“Nosotros damos nuestro mundo en cada pieza y vimos que en esta tienda trabajan con el mismo concepto. Pianegonda no vende un producto, sino que vende un mundo, y esto es lo que busca hoy la gente, un determinado estilo de tienda, un estilo de vida”, nos dice este hombre que a sus 37 años ha logrado construir un gran emporio de la joyería en todo el mundo.

Lejos de aferrarse a los estereotipos de belleza, Franco Pianegonda diseña pensando en una mujer que sabe lo que quiere, segura de lo que es, y considera que precisamente esta es la verdadera riqueza en el mundo globalizado de hoy día.

“La mujer que usa las joyas Pianegonda tiene mucha personalidad, no tiene miedo de hacerlo notar. Es arriesgada y segura de sí misma”, afirma de manera vehemente el artista.

 Según su creador, el cliente Pianegonda no es un demasiado joven, tiene desde los 25 hasta los 80 años, pero que posee un espíritu muy joven.

Las líneas del diseño de sus prendas son muy claras y definidas. La nitidez en cada una de ellas se define a través de interesantes formas geométricas. “Es una joyería muy esencial”, comenta Franco, al tiempo que continúa diciendo: “Cuando uno conoce la línea, sabe identificar una joya Pianegonda. Es igual que cuando ves un traje y sabes que es de John Galiano o de Valenciaga. Definir un estilo es difícil, pero en este momento tenemos una forma con la cual queremos dar una fuerte impresión de nuestro estilo, y es a través de una forma muy particular de diseñar el corazón, que es muy estricta y alargada”.

De Italia para el mundo…

El corazón de toda la compañía Pianegonda está en Vicenza, Italia, pero además cuenta con oficinas en Milano, París, Madrid, Miami y actualmente está abriendo dos más en Curfú y otra en Dubai, India.

Esta firma internacional está representada además en importantes ciudades en todo el mundo, entre las que se pueden destacar Vigo, Marbella, Valencia y Atenas, así como en todo el Caribe.

Vicenza, en Italia, es la ciudad por excelencia, donde se hacen las joyas. Por tradición, allí casi todos son joyeros, razón por la cual Franco Pianegonda confiesa que para él fue muy fácil encontrar trabajo en los talleres de joyería y darse cuenta que ese oficio era el que le apasionaba. Pero como todo en la vida tiene diferentes aspectos a explorar, haber crecido y formado en aquella ciudad italiana le permitió al hoy diseñador, identificar qué no le gustaba y lo que no quería hacer en su carrera.

Piensa que para hacer joyas de una manera genuina, el diseñador debe tener buen gusto y estar orientado hacia el marketing, ya que esta herramienta es muy importante para comprender lo que necesita la gente.

Después de muchos años de trabajar en el campo de la joyería, Franco Pianegonda fundó su propia empresa en el año 1994, a la que llamaría con un nombre fuerte y contundente como es su propio apellido: Pianegonda. Así surgió esta joyería en la ciudad de Vicenza, Italia, y diez años después, se ha convertido en un icono del diseño de joyas mundial.

 Franco Pianegonda es el presidente de la firma internacional y su hermana María Luisa es una persona clave en todo el éxito que ha logrado en los últimos años. “Nosotros crecimos muy rápidamente y ahora estamos conscientes de que nuestro mercado es un mercado global. El año que viene abrimos una tienda en Los Angeles, ahora abrimos en Dubai, en el 2005 vamos a inaugurar la boutique de Hong Kong. Debemos tener mucha fuerza para mantenernos como una compañía muy bien desarrollada, porque no vendemos 100 piezas en el mes, sino que vendemos 100 piezas al minuto en todo el mundo”, nos dice con franqueza y consciente de la gran responsabilidad que carga sobre sus hombros.

A Franco lo que más le apasiona de su trabajo es ver  el brillo en la mirada de un cliente cuando compra una prenda, porque encontró algo en ella que satisface el anhelo de su corazón. “Ver que la gente busca nuestro trabajo una y otra vez, nos ha permitido ir formando un estilo y con ello obteniendo un reconocimiento, que en el mercado globalizado es de gran valor, además de la confianza”, nos dice orgulloso el diseñador italiano.

Para él, Pianegonda es un código nuevo, una manera diferente de ver las joyas, y este concepto ha podido pulirlo e internacionalizarlo, en base al trabajo, al talento y a la creatividad de diez años en constante ascenso. 

“Hace algunos años, cuando quería hacer un regalo a mi esposa, a mi hermana o a mis amigas, siempre optaba por obsequiarles un bolso, unos zapatos, un cinturón o una pieza de vestir, pero nunca una joya, porque no encontraba algo con mi estilo, a mi gusto. En joyas sólo me identificaba con Cartier, pero esta firma tiene una historia de mucho peso y cuando lo que buscas es quedar bien, agradecer o halagar, quieres algo menos comprometedor. Es como invitar a una chica a una cena, sin tener que casarte con ella por eso”, comenta en tono jocoso.

Para Franco, una joya es la máxima expresión de la personalidad de un ser humano. Cree firmemente que es un detalle que resalta la personalidad de quien la lleva consigo.

Al cuestionarle acerca de cuál es su prenda favorita, contesta que es difícil elegir sólo una, porque considera cada creación como a un hijo. “De la última colección, tenemos muy bonito el juego que tiene corazones, cruces y llaves.

El año pasado hicimos el corazón y el tema del 2004 es la llave, que representa la apertura a todo un mundo de ideas”, asegura.

Para él, la más reciente colección de Pianegonda se identifica con una mujer muy fina, que tiene un carácter bien definido.

Pasión y elegancia en cada prenda

Su joyería refleja elegancia y un alto sentido de la estética, pero el diseñador italiano Franco Pianegonda también busca transmitir en cada una de sus joyas la pasión que siente al crear cada pieza y su interés en convertirlas en una obra de arte. “Para mí, dibujar joyas es una pasión y es un arte que nace del alma. Mis dibujos son fruto de la impulsividad y al mismo tiempo de la racionalidad, del rigor estilístico y de libertad expresiva en mí. De seguro el estudio y la experiencia ayudan mucho, pero no son los detalles suficientes para crear joyas”, comentó Pianegonda.

Su primera colección, lanzada en 1999, estuvo enfocada en la plata, material que le ha permitido realizar joyas con nuevas formas y dimensiones. Pero el diseñador no se limita a un solo material a la hora de darle rienda suelta a su creatividad.

“Ha sido como descubrir en la plata un alma nueva. De hecho para mí, joya significa forma. No solamente el material, puede ser de plata, oro, platino y por qué no, también plexiglás, piel y mucho más. Y es por eso que a la plata he añadido también brillantes, piedras preciosas y al final piel. Hoy día mis colecciones son de oro también, he intentado dar nueva vida al más conocido de los materiales preciosos creando una colección con formas innovadoras”, expresó Pianegonda.

Según el diseñador, una parte de su nueva colección se inspira en los años 50 y 60, con influencias de las películas de Fellini, las noches mágicas de St. Tropez y Portofino y en actrices como Brigitte Bardot y Grace Kelly, mujeres de personalidades fuertes que no ocultaban su gusto por las joyas finas.

Entre la vocación, los sueños y la disciplina, un triunfador

Franco Pianegonda tiene razgos de su personalidad que lo identifican tanto con Italia como con España, debido a que, al igual que él, su padre es oriundo de Vicenza, pero su madre proviene de León, una provincia al norte de España. Su esposa es la venezolana Karina Pianegonda, con quien tiene un niño de trece meses, al que han llamado Gionvanni César.

El se autodefine como un perfeccionista, y confiesa que es el peor razgo de su carácter, porque es un problema para sí mismo. “Hay tres cosas que definen mi carácter. Soy muy exigente conmigo y con los demás. Soy un hombre con un gusto definido y sé comprender a la gente”.

Es de los que piensa que la vida es una gran suerte, un lapso que pasamos en la Tierra, un tiempo que Dios nos dio y que tenemos que cuidarla y hacer esta estadía lo mejor posible, tanto para nosotros como para los demás. “Es algo que tienes en tus manos, tú tienes que cuidar la vida siendo una buena persona, teniendo buenos sentimientos, buscando el bien y alimentándote bien”, comenta.

¿Cuáles son las cosas que más te gustan de estar vivo?

“La emoción de vivir. Me gusta que cada día sea mejor, porque aprendo algo y eso me hace ser mejor. Me gusta aprender de la vida, disfruto la comida y me encanta la mujer”.

Para él, la familia es como la base de un edificio, donde se tiene todo. Opina que en su caso, proviene de una familia fuerte, es el fundamento de todo lo que es hoy día.

Teniendo en cuenta su fama como diseñador y el prestigio internacional de su línea ¿En qué punto de su trayectoria se encuentra?

“Pienso estar solamente al principio de lo que espero que sea una carrera larga. Los proyectos son muchísimos, también las responsabilidades, pero mientras sienta pasión y tenga determinación, el sueño seguirá. Mis objetivos son continuar mi evolución y esto me lleva a perseguir cada día mis sueños y a crear nuevas ideas”, finalizó diciendo Franco Pianegonda. 

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