Francotiradores y bombas racimo desangran libios

Francotiradores y bombas racimo desangran libios

MISRATA, Libia.  AFP.  Francotiradores y bombas de racimo son responsable de la mayoría de las víctimas que llegan al ya saturado hospital de la asediada ciudad libia de Misrata, de la cual tratan de huir por mar los inmigrantes extranjeros.

En el servicio de cuidados intensivos, el pequeño Mohamed de 10 años, se retuerce de dolor. Tiene los ojos abiertos, pero los médicos dudan que algún día pueda recuperar la conciencia después de haber sido blanco del disparo de un francotirador.   «Fue alcanzado por una bala de alta velocidad. Entró por el lado izquierdo de la cabeza y salió por el otro lado, llevándose masa encefálica» explica el doctor Abdel Kather Moukhtar.  

Las 60 camas del hospital están siempre ocupadas, con una multiplicación de víctimas civiles tanto de los francotiradores, como de las bombas de racimo.   Según la dirección del hospital, han muerto unas mil personas y 3.000 han sido heridas desde que comenzaron los combates a fines de febrero y que desde la semana pasada se han intensificado.   «El 80% de los muertos son civiles», indicó el administrador del establecimiento, el doctor Jales Abú Falgha.   Sólo el domingo, murieron al menos 17 personas y 71 quedaron heridas en la gran ciudad costera a 200 km al este de Tripoli, precisó.  

El médico dijo que desde hace unos días había constatado graves heridas provocadas por las bombas de racimo, que desde el jueves están utilizando las fuerzas leales al dirigente Muamar Gadafi, según han denunciado los rebeldes y la organización Human Right Watch .   El uso de estas armas está prohibidas por una convención internacional.

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