Hoy 
POR UBALDO GUZMAN M.
En la Policía Nacional siempre habrá corrupción aunque se convierta en un organismo profesional, aseguró ayer el secretario de Interior y Policía, doctor Franklin Almeyda Rancier. También consideró que para combatir la falta de ética en todas las instituciones, incluida la Policía, la ciudadanía debe colaborar.
Explicó que la mayoría de los policías no son bachilleres y no saben hacer nada y que en el proceso de transformación de la Policía se brega con gente que sabe matar, mata y ha matado.
Estimó que la Policía tiene las mismas debilidades y fortalezas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y que sufre los mismos vicios que los de la UASD, porque el Estado dispone de pocas instituciones permanentes.
Almeyda Rancier hizo los señalamientos en la mesa redonda sobre Control, transparencia y profilaxis al interior de la Policía Nacional, organizada por la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS).
Participaron Perfecto Acosta, fiscal de la provincia Santo Domingo y el cura Luis Rosario, coordinador de la Pastoral Juvenil.
La presentación de la actividad estuvo a cargo de Georges Santoni Recio, presidente del consejo de directores de la FINJUS y el moderador fue Servio Tulio Castaños Guzmán, vicepresidente ejecutivo de FINJUS.
Aunque estaba prevista su participación, el jefe de la Policía, mayor general Bernardo Santana Páez, no asistió a la actividad.
Según Almeyda Rancier, no es posible hablar de persecución de parte de la Policía si no cuenta con los recursos indispensables para tener doce o trece laboratorios de investigación científica.
La Policía de hoy es y tiene que ser una Policía con un nivel académico a nivel universitario, no a nivel de cualquier persona que sea capaz de usar la fuerza, dijo.
Señaló que hay que poner en condiciones de capacitación a la Policía y adecuar la relación entre la Policía y el Ministerio Público con tribunales.
A su juicio, la Policía es una institución para prevenir el delito, para lo cual tiene que estar debidamente entrenada sin macanas, sin armas largas y sin bombas lacrimógenas.
Expresó que en la Policía hay que romper muchos esquemas culturales y la complicidad que se ha venido dando.
Admitió que es la Policía que le corresponde ser la protagonista de la seguridad en materia preventiva.
Expresó que la misión es ingresar 15.000 jóvenes universitarios a la Policía, quienes entrarían de 3,000 en 3,000.
Indicó que ha habido un proceso hermosísimo de transformación en la Policía y que desea cambiarle el uniforme, porque es sólo un instrumento para garantizar derechos ciudadanos. Consideró que el tema de la violencia y delincuencia no es de la Policía, sino de la sociedad.
Señaló que el patrullaje mixto y la reducción del horario para el expendio de bebidas alcohólicas han dado resultados positivos.
Consideró que la Policía ha respondido bien en los barrios seguros, pero que no ha ocurrido lo mismo con las demás instituciones del Estado.
Dijo que ha bajado la criminalidad en el país y que los hospitales registran una baja significativa en traumas, heridas o golpes por las medidas antidelincuencia del gobierno.
Expresó que esas medidas han ayudado a cambiar patrones de cultura y conductas y dijo creer que entre más policías haya en la calle es mucho mejor, para poder prevenir el delito.
Dijo que ha habido una situación excepcional, por lo cual el gobierno ha recurrido al patrullaje mixto.
De su lado, Perfecto Acosta dijo que como hay una situación de complicidad generalizada, la sociedad debe aunar esfuerzos para combatir la corrupción.
Expresó que el proceso de profilaxis y de depuración de la Policía debe profundizarse.
Cree que de la institución deben sacarse los delincuentes y los que se han hecho millonarios en sus funciones.
En tanto, el cura Rosario dijo que lo ideal es que no haya Policía y para capacitar a la Policía Nacional es preciso capacitar al pueblo.
Expresó que el trabajo preventivo de la Policía no se puede realizar mientras haya tantas armas en la calle.
Abogó por la profesionalización de la Policía y dijo creer que los agentes y las Fuerzas Armadas no deben andar armados en las calles si no están en servicio, lo que impide que se pueda ejercer el trabajo preventivo de una forma adecuada.
Mientras, el coronel Luis Ceballos Hidalgo resaltó la labor que realiza el Departamento de Asuntos Internos de la Policía, cuya misión es reducir a su más mínima expresión las inconductas policiales.
