Franklin Lithgow Ortega – ¡A negociar bien!

Franklin Lithgow Ortega – ¡A negociar bien!

El próximo 16 de mayo se elegirá un nuevo Presidente, al votar debemos tener la convicción de que el elegido será un buen Presidente y tendrá las cualificaciones siguientes: capaz, sensible, don de mando, gran sentido y responsabilidad del deber, siendo indispensable que los hombres que lo acompañen en su gestión de gobierno tengan las mismas calificaciones, además de amar a su país, poseer preparación y experiencia, ser un buen coordinador de responsabilidades, honesto, con capacidad de selección de personal, de esa manera se integrará un equipo ganador en cualquier liga, por analogía, imaginémonos un team de béisbol, con un pitcher estrella, un Pedro Martínez, los restantes ocho integrantes elegidos del equipo son de 3ra.y 4ta. clase, nunca ese equipo ganará un juego a menos que el pitcher haga los 27 outs.

El tema de moda es el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos de América, los adversarios a este tratado, el sector industrial principalmente, en su mayoría ensambladores, argumentan en contra de su establecimiento, sobre la base de los perjuicios que derivará al perder la protección fiscal de la reducción de aranceles que se operó cuando se aprobaron las leyes de reforma arancelaria del 1999 2000, fue este el primer tramo que cumplió el país con el objeto de satisfacer las exigencias para llegar a los acuerdos de libres mercados, CARICOM, Centro América, ALCA y Estados Unidos de América.

Nuestro deber es negociar bien, protegiendo los intereses nacionales sin desmedro de la victima de siempre, el consumidor. Recordemos, que el TLC es una necesidad imperiosa de los tiempos, consecuencia del adelanto de la tecnología, y el avance extraordinario de las comunicaciones, que ha traído por consecuencia el acercamiento de todos los países y han hecho desaparecer prácticamente las fronteras.

Debemos luchar por nuestros parques industriales, y los demás centros de producción agrícola, agroindustrial y agropecuaria, en nuestro favor existen dos elementos fundamentales, la mano de obra barata y nuestra posición geográfica, colocada en el vientre de los E.U.A. Tenemos desventajas como es el costo de la energía, manejable si se toman las medidas para enfrentar sus problemas, pero teniendo en nuestro beneficio una inmensa cantidad de oportunidades de penetrar por distintos lugares a un mercado de consumidores de mas de 250 millones para colocar gran parte de nuestra producción que no corresponde a intereses creados. Modernicémonos y abandonemos el afán de proteccionismo, dejémonos de solicitar que nos acomoden para que 1,000 1,500 hombres de la «producción nacional» opriman 8 millones de consumidores nacionales.

Aumentemos nuestras exportaciones sin basarla en la protección oficial a costa del consumidor, sino en función de nuestra eficiencia, capacidad y dedicación, dándole solución a los problemas y no agarrándonos como si fuera un clavo caliente de las debilidades estructurales y seculares que padecemos.

Hagámonos más fuertes en lo que sabemos, estimulando el crecimiento de la exportación de nuestros productos generadores de divisas, exportaciones tradicionales, producción de azúcar, de frutos, turismo y zonas francas anexándoles valor agregado que los haga mas atractivos y brindemos facilidades de transporte marítimo y aéreo para no perder mercado como el caso del plátano y la yuca, del que nos desplazó Costa Rica, por no buscarle solución al transporte de esos productos hacia los lugares de destino como ellos hicieran. Estimulemos y organicemos las remesas de nuestros dominicanos residentes en el exterior, hagámosle un reconocimiento y erijamos un monumento en su honor, al margen de los beneficios que podemos brindarles, estructurándoles un mecanismo en que las remesas les cuesten menos y el destinatario de ellas tenga seguridad de recibirlas, independientemente de otros programas que pudiéramos diseñar en su beneficio.

Dejemos de hacerle el juego a los oportunistas, acabemos con los oligopolios que manejan esas oportunidades, dólar, combustible, transporte marítimo, transporte aéreo, etc., y dediquémonos a trabajar con seriedad, que los mismos dueños de esos oligopolios serán los asociados principales en las inversiones sanas y correctas, para que estén en vigencia verdaderamente las leyes de la oferta y la demanda.

Todo lo anteriormente expuesto es la recuperación de la confianza y la restauración del crecimiento nacional, 2004 2005, es nuestro reto principal para demostrarle al mundo que nosotros podemos.

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