Cuando se despierta de un sueño y hemos discurrido en lo que debió ser nuestro país si se hubiera desarrollado, se nos presentan todos los problemas que nos afectan en la pasmosa realidad de hoy, y están de frente las crisis, con un desempleo sin precedentes, una inflación galopante y descontrolada, un déficit cuasi fiscal que nos asfixia y amenaza con hundirnos, una falta de institucionalidad que arredra, el sector eléctrico brindando el servicio mas precario y costoso del mundo, los centros de salud pública están en ruinas, las escuelas de nivel primario y secundario abandonadas a su mejor suerte y con gran cantidad de maestros sin cobrar sus estipendios, unas exigencias del sector empresarial, banqueros, industriales y comerciales que nos llevan a pensar que no viven en la República Dominicana, en fin, para colmar este cuadro desolador, cada sector propone su solución, siempre teniendo como mira cardinal en que ninguna reforma o disposición le toque.

Oímos con paciencia como se propone un aumento general de sueldos, olvidando los proponentes que los salarios son parte del costo y que cualquier incremento por mínimo que sea alimenta la inflación y en la lucha inflación Vs. salario siempre ha triunfado la inflación y ha perdido el pueblo consumidor, recordar que es preferible el sub empleo al desempleo, lo que se requiere urgentemente es estabilizar los precios de los productos y una vez logrado, luchar por su disminución a fin de fortalecer el poder adquisitivo del salario, y luego ir al aumento de los sueldos, ya con la macro economía en vía de estabilizarse.

Hasta ahí el pesimismo, pues todos somos responsables en distintos grados de las soluciones o remedios heroicos a que debemos recurrir, mediante una cirugía social de carácter radical.

Nada es fácil, nuestro país no es el primero que atraviesa por una crisis como la que tenemos, lo que necesitamos son hombres y mujeres que amen la República y un gobierno que sepa administrar y canalizar el bien común, dictando políticas y regulaciones que mejoren el empleo, que aumenten la producción, principalmente la exportación, que se ocupe de que la seguridad social en el área de salud arranque para que todos recibamos la panacea de lo que es una salud adecuada y al alcance desde el más pobre hasta el más rico.

Necesitamos estímulos inmediatos a la producción, requerimos que los activos del estado sean liquidados con un destino utilitario, dedicándolos a plantas industriales, a planes de viviendas, a turismo y al desarrollo agrícola y agroindustrial de la nación, tenemos un clima envidiable para la producción agrícola por nuestros 360 días sin cambios en el clima, mas seguridad ciudadana, exigiéndole a los responsables del orden público, que cumplan su cometido, sin satisfacer intereses creados, propios o de encomiendas, acorde con la necesidad de la paz y la tranquilidad. La policía es la responsable de la seguridad ciudadana y el custodio de la propiedad privada, vamos a exigirlo, acompañando esta exigencia de que sean dotados de una buena formación académica y debidamente equipados a los niveles de una sociedad desarrollada.

Tenemos la sensación de que existimos a oscuras, no solamente por la falta de energía eléctrica, sino porque no sabemos utilizar las luces adecuadas del pensamiento que ilumine los senderos del desarrollo socio económico. El mundo está lleno nuevos adelantos e instrumentos tecnológicos, de invenciones y nuevos descubrimientos constructivos y destructivos, pero el ser humano ni sus lideres tratan de accionar eficientemente para que el mundo no carezca de valores positivos que respeten las jerarquías morales y reverencien a Dios, que todo lo puede, suplicándole que por favor nos ayude a encontrar ese camino. Quizás debemos replantearnos cual es la raíz de nuestros problemas, de nuestras inconformidades y en general de nuestro ser para ver si nos encontramos a sí mismo y podemos emprender la lucha sin cuartel que nos espera en estos momentos de crisis aciagas. Pero no perdamos nunca la fe en nosotros mismos, en Dios y en el gobierno que elegimos el 16 de mayo pasado.

Una de las dificultades de mayor magnitud es el sistema energético nacional, en este pedazo de suelo que nacimos, nadie nos debe de fijar definitivamente, decía Eugenio María de Hóstos, pues bien, busquemos en otros territorios cual debe ser el enfoque para salir del tollo de la energía eléctrica. California ha atravesado un problema de mayor magnitud siendo el estado más rico de los Estados Unidos de América, otros países y ciudades por los mismos motivos, descuido, corrupción, prevaricación, populismo, han deteriorado y convertido en leña sus parques energéticos. Unos han salido a medias, otros han resuelto su problema, quizás los menos han encontrado salidas airosas y permanentes. El gobierno tiene la obligación junto a todo el país de comprender la magnitud de las dificultades y todos debemos contribuir a superarlas, y encontrar la forma de cómo disminuir sus costos utilizando las hidroeléctricas por ejemplo, porque sin energía no habrá desarrollo, ni nuevos empleos, ni salud y mucho menos podrá haber educación.

Sobre el tema del déficit cuasi fiscal y energética, buscar responsables de su situación de hoy, es la tarea más sencilla, identificarlos es muy complejo, empero, ese es un expediente de la justicia ordinaria. Las soluciones propuestas han sido múltiples y todos conllevan debajo del brazo de sus autores, el que no se les toque con las reformas tributarias que pueden precisarse para llevar a feliz término esta titánica tarea que requiere de ingresos frescos a base de nuevos impuestos e inversiones en proyectos novedosos que contribuyan al desarrollo.

Hemos leído un proyecto de reforma tributaria en el que parece que no intervinieron abogados, porque viola la Constitución de la Republica y es contraria a la jurisprudencia respecto a que las autoridades tributarias desempeñarán el rol de fiscalizadores, supervisores y jueces, obligando al contribuyente a cumplir la pena a que lo someten sin examinar ante un tribunal competente, si son culpables o no de su falta, es decir, que independientemente de atribuirles facultades de tribunal del poder judicial a los recaudadores, violan el derecho de defensa de los contribuyentes al no darle oportunidad de defenderse y obligarles a cumplir con una penalidad sin ser debidamente juzgado. La institucionalidad de un país comienza por garantizar el cumplimiento de las leyes y la Constitución de la República.

También se propone el referido proyecto de reforma tributaria modificar, la única ley de incentivo fiscal que tiene la República, que es la Ley Orgánica que crea el Banco Nacional de Fomento de la Vivienda y la Producción (BNV), Ley 6 04, eliminando exenciones e incentivos dispuestos por ella, en perjuicio del fomento de nuevas empresas y la creación de empleos que contribuirán al fortalecimiento del desarrollo, estando seguros que lo que primó al concebirlo, fue el criterio fiscalista, sin ninguna cuantificación ni análisis complementario de los beneficios que laceraba. La utilización adecuada del Banco y esta ley, nos revelará que es una de las fuentes para superar el déficit cuasi fiscal, pudiendo relanzar hacia su crecimiento la economía de la República, pues contiene toda la infraestructura que se requiere para captar fondos nacionales e internacionales con fines de inversión en proyectos reproductivos que tanto se necesitan. Facilita la creación de fondos mutuos, implicando su administración, seguridad económica y jurídica del ahorro de los envejecientes, no contemplado en la ley de seguridad social. Así como otras actividades cuyos únicos objetivos serán la organización, el apoyo y la protección de la economía informal. Se podrá en fin, en base a ella constituir el famoso fondo de garantía que garantice el financiamiento a los micro empresarios para que todas las entidades financiamiento puedan invertir en ese segmento tan importante del desarrollo.

Trabajemos juntos sin descuidar detalle, integrando a la nación en un solo proyecto no en actuaciones aisladas que lo único que tiende es a la fragmentación y al desorden. La obligación es general para buenos y malos, para gobierno y oposición, pero el centro de la dirección, el numen, la responsabilidad sobre los resultados a obtener le corresponde al gobierno que tomará posesión el 16 de agosto.