Salt Lake City, EFE.- El alto índice de fraude hipotecario en Utah, que ubica al estado en el primer lugar en el país en este delito, afecta principalmente a nuevos inmigrantes y a grupos minoritarios, revela un informe difundido por una reconocida organización nacional.

Según el reporte de Mortgage Asset Research Institute (MARI), Utah sobrepasó a Florida en la cantidad de fraudes hipotecarios per cápita en el 2006, mientras que California se ubica en el tercer lugar.

La información compilada por MARI indica que Utah tiene dos veces y medias más préstamos hipotecarios fraudulentos o con información tergiversada que el promedio nacional, y tres veces más fraude hipotecario que el resto de los Estados Unidos  en cuanto a préstamos con tasa reducida.

El reporte explica que el fraude hipotecario se realiza de numerosas maneras, algunas de ellas bastante complejas, por lo que las autoridades generalmente tienen dificultades al investigar estos casos.

Los ejemplos más comunes son el del comprador que presenta información falsa en la solicitud de préstamo (por ejemplo, un número de seguro social que no le pertenece), o el prestamista que altera los datos proporcionados por el solicitante (por ejemplo, diciendo que gana más dinero) para poder otorgarle un préstamo por un monto mayor.

El informe dice que los casos más recientes afectaron a «numerosas familias latinas» (la mayoría de ellos recién llegados de California), que pensaron que estaban comprando una casa cuando en realidad se trataba de un alquiler a largo plazo con opción de compra al finalizar.

El reporte de MARI confirma lo que varias organizaciones hispanas ya conocían. Por ejemplo, en diciembre del 2006, la Cámara de Comercio Hispana de Utah y la empresa Perfect Home Living comenzaron  una campaña de educación pública «para ayudar a las familias y a los empresarios cómo evitar estafas hipotecarias y préstamos usureros».

Por otro lado, un estudio realizado en septiembre pasado por el canal de televisión KSL, de Salt Lake City, afirmaba ya en ese momento que «la mayor parte del fraude hipotecario en Utah se realiza en contra de la población hispana.

Un engaño frecuente, dice el estudio de KSL, es el uso de un «intermediario» entre el vendedor y el comprador (generalmente, un hispano).

El intermediario compra la casa a un precio reducido y se la vende al hispano a un precio por encima del precio del mercado, usando una tasación o evaluación exagerada.

El intermediario se embolsa la diferencia entre ambos precios, eliminando la plusvalía de la propiedad para el comprador hispano.