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San Juan, (EFE).- Los fraudes bancarios y el robo de identidad causan en Puerto Rico pérdidas anuales estimadas entre 10 y 20 millones de dólares, cifra que crecerá en los próximos años por el aumento de grupos organizados dedicados a ese tipo de crímenes. Así lo informó hoy el vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Bancos de Puerto Rico (ABPR), Arturo Carrión, durante una conferencia que ofreció en el Museo de Arte de Puerto Rico, en San Juan, donde la organización celebra su Primera Conferencia Internacional de Seguridad.
Según Carrión, esas actividades han provocado a corporaciones de EEUU pérdidas que ascienden a 50.000 millones de dólares, de acuerdo a un estudio que la Asociación de Examinadores Certificados de Fraude realizó en 2004.
La investigación también reveló que durante ese año unos diez millones de estadounidenses fueron víctimas de fraude. El banquero sostuvo que los fraudes más comunes en Puerto Rico son la falsificación de cheques y el robo de la información de las tarjetas de crédito y débito.
También se usa el pescaíto, que es cuando una persona le cambia a su víctima el sobre que contiene el dinero que se dispone a depositar en un banco utilizando varias tretas.
Te manchan la camisa, te indican que no saben escribir y que por favor le ayuden a hacer un depósito y te cambian el paquetito con dinero por otro con papeles en blanco, explicó Carrión.
El vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Bancos de Puerto Rico indicó que los integrantes de los grupos criminales que se dedican a cometer fraudes bancarios y robar identidades utilizan la tecnología para lograr sus propósitos.
Sostuvo que esas organizaciones utilizan equipos como lectores portátiles de cintas magnéticas (skimmers) y clonadores de tarjetas de crédito y débito para robar identidades.
El lector portátil se usa para capturar información de tarjetas de crédito o débito para luego pasarlas a una computadora. El skimmer almacena información de mil tarjetas y es pequeñito, explicó Carrión, a quien le han robado la identidad dos veces.
Para evitar ser víctimas del robo de identidad, sugirió acompañar a los mozos a la caja cuando se vaya a pagar con tarjeta de crédito en los restaurantes.
