Fraudes en la seguridad social

Fraudes en la seguridad social

La seguridad social está en riesgo debido a acciones fraudulentas de empleadores ficticios, y también reales, que inscriben en el sistema a trabajadores consignando salarios muy por debajo de los reales. La Asociación Dominicana de Administradoras de Fondos de Pensiones (ADAFP) ha hecho una fuerte denuncia al respecto, y el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) ha confirmado la existencia de empresas ficticias o virtuales que se dedican a esta práctica.

Por tratarse de una práctica fraudulenta que pone en riesgo la sostenibilidad financiera de la seguridad social, es necesario que las autoridades, las asociaciones empresariales y las centrales sindicales adopten una posición unificada para desarticular esta forma de elusión en perjuicio de los trabajadores. Un fraude de estas características debería tener connotación criminal en nuestras leyes y previsión de fuertes sanciones.

En estas circunstancias procede la realización de una auditoría para identificar a los autores de este fraude y calcular los perjuicios que están ocasionando a la sostenibilidad financiera de la seguridad social. Una conquista tan importante para la familia dominicana no puede estar a merced de los desmanes de estos grupos. Hay que frenar estas acciones, desarticular la maquinaria del fraude y castigar a sus autores.

Informalidad y posibles causas

Cuál es el estímulo que ofrece el Estado a las empresas informales para que se conviertan en formales? A juzgar por la persistencia de la tendencia hacia la informalidad, podría decirse que o son pocos los estímulos, o son muchas las ventajas de permanecer en el sector informal. De cualquier manera, la realidad es que las empresas informales son mayoría en nuestra economía y son muy significativos sus aportes en términos de oferta de empleos y otros parámetros.
Las discrepancias sobre las causas de la tendencia a la informalidad deberían motivar jornadas de profunda reflexión que permitan diseñar estímulos efectivos para que el sector informal se sienta animado a formalizarse. La informalidad, sin que sea el malo de la película o cosa parecida, acarrea efectos sociales y fiscales indeseables que es necesario empezar a revertir.

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