Varsovia. La agencia europea de control de fronteras (Frontex) ultima un contrato con empresas de servicios aéreos privadas para contar con aviones con los que patrullar las costas del Mediterráneo, ya que los estados europeos no le ceden medios suficientes para que pueda desarrollar su labor.
“Nos falta de todo, pero sobre todo aviones”, explicó hoy a Efe el director adjunto de Frontex, el español Gil Arias, quien adelantó que este mes se espera firmar un contrato marco con cuatro empresas privadas que ofrecen servicios aéreos y alquilan aparatos, lo que permitirá contar con más medios en breve plazo cuando sea necesario.
En plena campaña de verano, cuando más aumenta el flujo de inmigrantes que intentan acceder a las costas de países como Italia y Grecia, Arias reconoció que Frontex está obligada a “sobrevivir» con escasos medios materiales, a pesar de disponer de un presupuesto más que suficiente.
“De poco sirve más dinero si Frontex no dispone de los medios materiales”, señaló Arias tras recordar que esos medios deberían ser cedidos por los estados miembros de la Unión Europea.
Ante esta falta de aeronaves estatales, Frontex ha decidido acudir al sector privado, y confía en que a partir de septiembre ya se pueda contar con aviones privados para patrullar las costas mediterráneas.
“Actualmente disponemos de aviones cedidos, pero no son suficientes”, admitió Arias, quien subrayó que las patrullas aéreas “son necesarias tanto para el control como para el rescate de personas, ya que permiten la detección temprana de las embarcaciones de los inmigrantes y conocer su posición».
“Todo eso hace posible acudir a tiempo para evitar tragedias humanas en caso de, por ejemplo, naufragios”, añadió.
Mientras, y hasta septiembre, “cuando seguramente se pueda hacer uso de esos medios privados”, aunque firmen “el acuerdo marco antes”, tendrán “que sobrevivir” con lo que tienen, “que es mucho menos” de lo que necesitan, explicó el director adjunto de Frontex.
Gil Arias recordó que no es la primera vez que la agencia europea recurre a servicios aéreos privados, aunque ahora Frontex enfrenta “una situación un tanto desesperada”, porque piden medios y han “obtenidos muy poco de los estados miembros».