Frutos secos ¿por qué comerlos?

Frutos secos ¿por qué comerlos?

Comer frutos secos es, además de ser una delicia al paladar, una especie de premio al organismo, tanto por la cantidad de vitaminas que contienen como por los efectos preventivos de múltiples enfermedades.

A propósito de la aparición de la pandemia del coronavirus, entidades como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y médicos expertos que han estado en primera fila tratando la enfermedad producida por el virus, han estado haciendo recomendaciones sobre cómo debe ser la alimentación adecuada para paliar sus efectos, tanto para prevenirlo como para lidiarlo en caso de contagiarse, y entre los alimentos indicados, como son los lácteos, mejor si son fermentados (yogures), aceite de oliva, todos los integrales, los frutos secos se encuentran encabezando la lista.

Y es que, según investigaciones sobre los frutos secos (semillas de girasol, almendras, avellanas, pistacho, pasas, dátiles, cajuil, pecan, nueces) elegirlos en el consumo diario, en la alimentación, tanto al natural como en sabrosas recetas, es una sabia decisión no solo para satisfacer el gusto, sino como medida de salud, especialmente preventiva.

Son una verdadera delicia en boca, y lo mejor, contribuyen a reducir el colesterol malo LDL, sirviendo de barredores de la acumulación de placas en las arterias, e igual mejoran las inflamaciones relacionadas con las afecciones cardíacas, disminuyendo riesgos de que se formen coágulos sanguíneos que podrían ser fatales.
De la misma manera esta delicia culinaria- los frutos secos- ayudan significativamente a la salud del corazón.

Las nueces, toda la variedad de frutos secos, forman parte de la dieta mediterránea, y esta es la forma de alimentación que recomiendan los expertos en nutrición para contrarrestar no solo el coronavirus, sino cualquier otro virus.

Entonces ¡A comer frutos secos! Los podemos comer en un puñado al natural, salados, tostados, en las meriendas a media mañana, a media tarde… o igual disfrutarlos en riquísimas recetas, tanto dulces como saladas. Aquí algunas de las que puede elaborar en casa.

las recetas
Pasta integral con jamón y frutos secos

1/2 paquete de pasta integral
1 tomate grande
Unas hojas de lechuga
2-3 lonjas de jamón
Frutos secos, todos los que prefiera combinar
Aceite de oliva
Sal
Vinagre de manzana o crema balsámica
Preparación. Cocer la pasta de acuerdo a las instrucciones del empaque. Concluida la cocción retirarla del fuego pasar por agua fría y escurrir. Ponerla en un tazón para ensalada hasta que se enfríen. Cortar la lechuga y ponerla en el fondo de una fuente. Cuando la pasta esté fría poner la lechuga por encima. Cortar el tomate con o sin piel y añadir. Cortar el jamón en taquitos o trocitos y añadir también. Tomar un poco de frutos secos y esparcir por encima. Y, posteriormente aderezar con el vinagre de manzana o la crema balsámica.

Pechugas rellenas con salsa de nueces

4 pechugas pequeñas de pollo
2 lonjas de jamón serrano
8 hojas de albahaca
2 ciruelas pasas
2 rodajas de durazno
2 cucharadas de brandy o coñac
1 cucharada de pasas de uva negra sin semilla
1 cucharada de pasas de uva blanca sin semilla
1 cucharada de arándanos secos
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Para la salsa
125 gramos de nueces peladas
250 ml de leche
100 gramos de queso feta
1/2 cucharadita rasa de canela
Sal y pimienta negra
Preparación. Poner las nueces en remojo con la leche y guardar en la nevera de un día para otro. Triturar las nueces y la leche con el resto de los ingredientes de la salsa. Si queda muy espesa, añadir más leche y mezclar. Si queda muy líquida, añadir queso y volver a triturar. Debe quedar con textura pero suave- Poner las pasas y los arándanos en remojo cubiertas con agua y un par de cucharadas de brandy o coñac. Quitar los solomillos de las pechugas y reservarlos para otras preparaciones. Abrir la pechuga con un cuchillo afilado sin llegar al final para poder rellenarla. Picar los trozos de durazno y las ciruelas en juliana. Salpimentar las pechugas por dentro y rellenarlas con los duraznos, las ciruelas, el jamón y la albahaca. Cerrar con un par de palillos. Calentar a fuego alto una sartén. Untar con un poco de aceite las pechugas y dorarlas hasta que tengan color marrón tostado. Sacarlas y ponerlas en una fuente de horno y salpimentarlas ligeramente. Precalentar el horno a 180 grados. Hornear las pechugas unos 20 minutos tapadas con papel de aluminio. Sacarlas y dejarlas reposar 5 minutos. Calentar la salsa y añadirle el jugo que haya soltado el pollo. Servir las pechugas con dos o tres cucharadas de la salsa, y decorar con pasas y arándanos por encima.


Camarones en salsa de frutos secos

30 camarones
1 taza de durazno
1 taza de manzanas deshidratadas
1 taza de ciruelas pasa deshuesadas
1/2 taza de vino tinto o jerez
1/2 cebolla picada
1 zanahoria picada
2 ajos picados
Sal
Pimienta
Mantequilla
Ajíes
Preparación. En un recipiente verter el vino y los frutos secos, taparlos y dejarlos marinar por un par de horas. Freír la cebolla hasta que se cristalice y agregar el ajo y la zanahoria, dejar que se cuezan moviendo para que no se peguen. Agregar una taza de agua y dejar que se cueza todo y el agua se reduzca. Tomar los frutos con todo y el vino y licuar. Poner a cocinar y revisar el sazón, si se quiere un poco dulce agregar azúcar, y si quiere picor agregar el ají chile completo o la mitad. En una sartén, freír los camarones previamente sazonados con la mantequilla. Cuando tengan un color rosa retirar del fuego para que no se pasen de cocción y bañarlos con la salsa caliente y listo.

Grilled tiger prawns

Dulce de pan con frutos secos

50 gramos de almendras
50 gramos avellana
50 gramos de azúcar
50 gramos de albaricoque
50 gramos de dátiles
3 huevos
2 cucharadas de mantequilla
50 gramos de nuez
3 panes del día anterior
50 gramos de pasas
50 gramos de piñón
La ralladura de un limón
Una pizca de sal
Canela en polvo
Preparación. Cortar el pan en rodajas y reservar. Engrasar con mantequilla y un poco de azúcar en un molde. En el recipiente donde se reserva el pan, agregar leche y dejar remojar un poco. Posteriormente, distribuir las rodajas en el molde y espolvorear con azúcar y canela. Repetir la acción hasta rellenar el molde. Rallar la cáscara de limón y espolvorear sobre el pan. Tostar por separado cada tipo de semilla y junto con los frutos secos, distribuir sobre todo el postre. Mezclar los huevos con un toque de sal y verterlos al molde. Llevar al horno por 30 minutos a 180°C. Luego de este tiempo sacar del horno y decorar con los dátiles y las pasas.

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