FSLN celebra 26 aniversario de la revolución

FSLN celebra 26 aniversario de la revolución

MANAGUA (EFE).- El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) celebró ayer el 26 aniversario de su revolución, en medio de críticas a sus dirigentes por «pactar» con los liberales para construir una nueva institucionalidad en Nicaragua.

A pesar de las críticas y de la división interna del partido izquierdista, miles de sandinistas se concentraron en la Plaza la Fe del Malecón de Managua para recordar el derrocamiento, el 19 de julio de 1979, del dictador Anastasio Somoza, protagonizado por los guerrilleros del FSLN.

Con banderas rojinegras y bajo un sol inclemente, los miles de sandinistas asistieron al acto en el que principal orador fue su líder, el ex presidente Daniel Ortega (1985-1990).

El partido enfrenta, 26 años después de la revolución, un alud de críticas de sus disidentes y opositores, quienes les acusan de haberse alejado de los principios revolucionarios al «pactar» cuotas de poder con sus adversarios políticos.

Entre los señalamientos contra los dirigentes del FSLN está el de instaurar una «dictadura bicéfala» en Nicaragua, en conjunción con el Partido Liberal Constitucionalista (PLC, derecha), para controlar todos los poderes del Estado.

«Me parece que los principios del sandinismo están más distorsionados que nunca, porque el pacto es una alianza con el más corrupto que ha tenido este país, que es (el ex presidente) Arnoldo Alemán», opinó a la radio local el ex guerrillero sandinista Edén Pastora, conocido como «Comandante Cero».

A través de un «pacto», liberales y sandinistas se repartieron en 2000 la mayoría de los poderes del Estado por medio de reformas constitucionales.

Ese acuerdo se fortaleció hace ocho meses, cuando, por medio de nuevas reformas, liberales y sandinistas han tratado de quitar al Ejecutivo el control de los servicios de agua, energía y telecomunicaciones.

«Tenemos que hacer una revolución moral en el sandinismo, lejos de esos pactos y componendas», afirmó el «Comandante Cero», quien en agosto de 1978 asaltó, al frente de un comando de guerrilleros sandinistas, el Palacio Nacional, sede del Parlamento de Somoza.

El actual presidente, Enrique Bolaños, ha dicho que liberales y sandinistas se han aliado en su contra en el Parlamento bajo las órdenes de los ex presidentes Ortega y el liberal Alemán (1997-2002), quien se encuentra en reclusión domiciliaria.

Bolaños no acepta las reformas, para lo que se apoya en un fallo de la Corte Centroamericana de Justicia (CCJ), que el 29 de marzo las declaró «jurídicamente inaplicables».

Sus opositores han amenazado incluso con aprobar el desafuero del presidente por supuestos delitos electorales para presionarlo a que acepte las reformas.

«Nosotros estamos luchando contra una nueva dictadura que éstos (Alemán y Ortega) quieren imponer y que están llevando al país al despeñadero», dijo a EFE el aspirante presidencial y ex alcalde sandinista capitalino Herty Lewites.

Lewites fue expulsado en febrero de este año del FSLN por pretender disputar a Ortega la candidatura presidencial de las elecciones de noviembre de 2006.

Ortega fue impuesto por la cúpula del FSLN para que sea candidato a la Presidencia por cuarta vez consecutiva, después de perder las últimas tres elecciones contra Violeta Chamorro en 1990, Alemán en 1996 y Bolaños en 2001.

Ortega ha defendido la «alianza» con los liberales al afirmar que la misma es la que ha permitido la gobernabilidad a Nicaragua.

En la celebración sandinista participaron el líder histórico del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) de El Salvador, el diputado Shafik Handal, así como una cantidad no precisada de delegaciones de partidos de izquierda de diversos países.

La celebración comenzó el lunes, con una misa por la reconciliación oficiada por el cardenal Miguel Obando y Bravo, a la que asistieron militantes y altos líderes del FSLN.

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