A lo largo de la historia del cine y de la televisión, decenas de niños que cautivaron y llamaron la atención por su capacidad actoral quedaron en el olvido. Personajes que supieron adaptarse a las necesidades, pero también a las obligaciones del mercado, vieron perder esa inocencia de los primeros años de sus vidas, entre otras cuestiones. Una cantidad importante de estos artistas no terminaron bien, y otros, en cambio, prefirieron alejarse, perturbados, para recuperar la integridad que les quitó la industria del entretenimiento.
Una de las series más exitosas de todos los tiempos fue Two and a Half Men. 15 millones de espectadores lo acreditan. El hilo relata la historia de la convivencia de dos hermanos (interpretados por Charlie Sheen y Jon Cryer) con personalidades totalmente opuestas, y el hijo de uno de ellos, que lejos de seguir las reglas y excentricidades de su padre divorciado, se siente a gusto con la vida desfachatada que lleva su tío. El personaje de ese niño fue Jake Harper, y estuvo interpretado por el actor Angus Jones.
En ese entonces, cuando debutó en la serie y pasó a estar en boca de todos, y bajo la lupa de la crítica especializada, tenía apenas nueve años. Comenzó a codearse con la fama en septiembre de 2003, fecha en la que apareció por primera vez en un episodio. Enseguida perdió su vida privada. En alguna oportunidad comentaría que no podía salir a la calle y que no lograba disfrutar de un paseo con sus padres por el acoso de los fanáticos.
El pequeño Angus tenía experiencia: ya había pasado por películas como Simpático, con solo seis años, para, a los ocho, participar de series como See spot Run, ER y The Rookie. Pero en esos papeles su nombre y su rostro no resultaban familiares. El dilema para él llegó con Two and a Half Men. Allí empezó el éxito laboral, una carrera en ascenso, que fue acompañada, al mismo tiempo, por la debacle emocional que lo abrumó.
En vísperas de la fama. Angus Jones nació en Austin, Texas, Estados Unidos, el 8 de octubre de 1993. Fue a una escuela cristiana, pero en ese entonces no era religioso. Cuando tenía cinco años se mudó a Los Ángeles junto con su familia. Sus padres comenzaron a llevarlo a diferentes castings hasta que logró quedar en uno para un comercial. Lo que fue la felicidad inmediata se transformaría en el arribo a las puertas de su propio infierno.
Aquel niño nunca quiso ser actor. Según sus palabras, todo se trató de una iniciativa que tuvo su mamá, que vio en Angus a un futuro artista: imitaba escenas que veía en televisión y se aprendía los diálogos de lo que miraba. Eso le hizo creer a Carey Lynn Claypol que su futuro estaba ahí, en su hijo. Y el chico fue empujado a pasar por diferentes audiciones en publicidades y proyectos televisivos.
La búsqueda tomó otro color cuando en 2001 el director y productor David Arquette lo convocó para uno de los personajes principales de See Spot Run. De ahí saltó a Two and the Half Men. Firmó para las dos primeras temporadas, un total de 26 episodios por los que embolsaría 7,8 millones de dólares. Se convirtió en el adolescente mejor pago de Estados Unidos.
Para la tercera y cuarta entrega su sueldo fue de 350 mil dólares por capítulo, con los que superó los ocho millones de ganancia. Los montos iban en aumento, y cuando cumplió 17 años, ya cuando estaba a punto de retirarse, se convirtió en el adolescente mejor pago de todos los tiempos, según People With Money.
En el medio, fue requerido por marcas de todo tipo para que fuera la cara visible, pero Jones se encargó de rechazar casi todas las propuestas. En las que aceptó, destinó el dinero a las ONG con las que empezó a colaborar desde que tuvo uso de razón.
Su preocupación por los niños en situación de calle, abandono y maltrato empezó desde pequeño. Aun cuando no podía disponer de su dinero por su edad, uno de los pedidos que les hizo a sus padres era poder ayudar a fundaciones que brindaran asistencia a los más vulnerables. En 2008 se unió a First Star, de la cual participan varias celebridades, y que tiene con fin brindar ayuda a los menores que más lo necesitan.
Ese mismo año también se incorporó a Varietiy’s Power of Youth, para ayudar con su presencia -pero también económicamente- al hospital de niños de la ciudad de Memphis. También colabora con una campaña antibullying que se llamaBe a Star.
Trauma y desaparición. En 2014, una vez finalizada la décima temporada de Two and a Half Men, optó por alejarse del éxito y de la exposición en general. No quiso saber nada más con la fama, más allá de que hizo una aparición para despedirse antes de alejarse por completo. En parte su partida fue por el alejamiento de su mentor, Charlie Sheen (lo reemplazó Ashton Kutcher), quien más lo cuidada en los sets de grabación. Pero además, Angus no estuvo de acuerdo con parte de su guion, enfocado en una persona adulta y no acorde a su edad, según su consideración.
En ese momento se habló del cambio rotundo de su pensamiento. De un día para el otro, luego de visitar varias iglesias, Angus manifestó que se sentía traumado por lo que evidenciaba cada vez que actuaba. Llegó a decir que la pantalla chica muestra basura, y que no colaboraría con eso. “No quiero seguir siendo parte de los planes del enemigo”, advirtió.
También argumentó su necesidad de recuperar la vida que había perdido en su niñez. Lo primero que hizo luego de alejarse fue arrancar sus estudios en una universidad de Colorado. Y les dedicó tiempo a sus amigos, recorriendo el mundo con ellos como sus invitados especiales. Cuando se retiró, todavía en plena adolescencia, tenía 15 millones de dólares en su cuenta bancaria.
El mismo Angus habló de presiones y de todo lo que tuvo que pasar en una edad en la que le arrebataron la infancia. “Crecí bajo la mirada de millones de ojos. Por ahora no quiero más eso. Necesito mi privacidad, poder disfrutar de mis amigos, viajar, hacer cosas que nunca hice”, comentó hace un tiempo en sus redes sociales.
Retiro espiritual. Este año, Angus Jones decidió involucrarse mucho más en su vida religiosa. Todo comenzó cuando entendió que se había salvado de un grave accidente por designios del Señor. Allí empezó a predicar. Fue bautizado e inmediatamente arremetió contra su trabajo. Comentó que Two and a Half Men, y en especial su personaje, no se alineaba con sus creencias.
“El programa es inmundo. Los temas que se tocan son completamente incorrectos. Me siento un hipócrita pagado. Los espectadores deberían dejar de ver ese programa”, comentó a través de un video que publicó en YouTube al despedirse. Sus palabras se vivieron como un gran escándalo mediático y contra la producción de la serie.
Al mismo tiempo, se volcó a las redes sociales a difundir la palabra de Dios. Aquí se registraron dos grandes bandos: los que le pedían que regresara a la serie y los que se sintieron satisfechos por su decisión. Se convirtió en una especie de profeta al que muchos siguen hoy en día.
En lo que se refiere a su vida sentimental, se habría casado en secreto. Según publicó el Washington Daily News, Angus fue visto con una alianza, y esto hace pensar que dio un paso más en la relación.
Además de la predicación, le dedica su tiempo a trabajar en la productora Tonita, que inauguró en 2016 junto con Justin Combs, hijo del rapero Diddy Combs. Según destacó en los últimos meses, nada ni nadie lo desvía del camino de Dios. Sigue participando de las reuniones en la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Hoy con 27 años, y pese a los ofrecimientos constantes, Angus Jones no quiere saber nada con volver a actuar. “No miro el futuro, tan solo avanzo”, es una de sus frases favoritas.