Una explosión en una estación envasadora de gas en Santo Domingo destruyó el martes varias viviendas y dejó un número indeterminado de heridos.
“¿Ya qué puedo hacer? Estoy feliz, estoy contento porque todos mis hijos y mi nietos están ilesos”, dijo a la AP Eleno Olivares, propietario de un edificio de tres pisos que quedó totalmente destruido por la explosión.
El inmueble se ubicaba junto a la envasadora de gas licuado de petróleo (GLP) y ahora sólo quedan escombros.
Olivares vivía con su esposa, seis hijos y un nieto de cinco años en la planta baja del edificio de tres niveles y alquilaba a inquilinos un departamento en el segundo piso y otros dos en el tercero. El edificio representaba la principal fuente de ingresos de su familia.
Aseguró que sus 12 inquilinos también salieron a tiempo, aunque uno de ellos resultó con quemaduras cuando reingresó al edificio para rescatar algunas pertenencias y ahí lo alcanzó el estallido.
Oscar García, jefe de los bomberos, dijo a la prensa que unas 40 personas con quemaduras y heridas fueron llevadas a diferentes hospitales de la capital.
Eddy Bruno, director de la unidad de quemados del hospital Luis Eduardo Aybar, detalló que seis personas habían ingresado a ese centro médico con quemaduras de hasta 50% del cuerpo.
Luego de realizar una revisión con perros, socorristas de la defensa civil descartaron que haya víctimas entre los escombros del edificio y casas aledañas a la planta de gas.
Decenas de residentes del populoso barrio Los Ríos, en el norte de Santo Domingo, comenzaron a desalojar sus viviendas muy temprano cuando percibieron un fuerte olor a gas y se registró un primer estallido poco antes de las 6 de la mañana.
“Fue algo horroroso, salimos corriendo”, dijo María Casilda Bonilla, quien estaba con uno de sus hijos, de 22 años, en su departamento en el segundo piso de un edifico cercano a la explosión.
Una segunda explosión unos 40 minutos después de la primera provocó el colapso del edificio de Olivares, destruyó parcialmente varias viviendas y vehículos.
El edificio donde reside Bonilla sufrió daños en su estructura y perdió todos los cristales, por lo que los socorristas impiden a sus habitantes volver a ellos.
La zona fue evacuada por socorristas y militares para evaluar los daños y comenzar a retirar los escombros.
Aunque los grupos de socorro desconocían con precisión la causa del estallido, García indicó que los vecinos de la zona dijeron que un fuerte olor a gas comenzó a percibirse durante la madrugada.