Eve Wilkowitz era una secretaria de solo 20 años de edad que trabajaba en una editorial de Nueva York, en los Estados Unidos. Todos los días se trasladaba en tren por más de una hora desde Manhattan hasta Bay Shore, en Long Island Rail Road, para regresar a su hogar. Pero una noche no llegó.
El 25 de marzo de 1980, tres días después de que se reportó su desaparición, su cadáver fue encontrado en un patio cerca de su departamento, atado, con signos de estrangulamiento y violación. Entonces la policía del condado de Suffolk sospechó de su novio y de su compañero de cuarto, pero las pruebas de ADN no coincidieron con las que se registraron luego de su abuso sexual.
Las autoridades resolvieron que no había evidencia que sugiriera que Eve conociera a su asesino. Fue así que el caso permaneció en un velo de misterio durante 42 años, hasta ahora.
El fiscal de condado de Suffolk, Raymond Tierney, informó este 30 de marzo durante una conferencia de prensa que, tras más de cuatro décadas, el caso fue descifrado y ya se conoce la identidad del feminicida. Detalló que todo fue gracias a los avances en técnicas forenses y genealogía genética.
El asesino se llamaba Herbert Rice y murió de cáncer en 1991, con dos hijos que no tenían ni idea de lo que había hecho. Tenía 29 años y vivía temporalmente en la casa de su madre en Center Avenue cuando ocurrió el crimen, pero durante la exhaustiva investigación, en la que la policía recorrió decenas de calles y entrevistó a cientos de personas, nunca había despertado sospechas.
Y es que tenía un breve historial de detenciones por delitos no violentos, que no requerían que proporcionara una muestra de ADN que se hubiera introducido en las bases de datos criminales.
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En 2018, Irene Wilkowitz, hermana de Eve, y quien durante todos estos años luchó por encontrar al culpable de su muerte, le habló al fiscal sobre una nueva técnica que las autoridades del estado de California habían utilizado para identificar a un violador y asesino.
Para diciembre de 2019, las autoridades del condado de Suffolk idearon una solución: pidieron al Departamento de Salud de Nueva York que les permitiera enviar el ADN del semen encontrado en el cuerpo de Eve al FBI, que había ayudado en la investigación original de 1980, para que una agente especializada en genealogía genética buscara un perfil que coincidiera en las bases de datos públicas de ADN.
Dos años después, la agente avisó a los detectives del condado de Suffolk que había encontrado a un pariente del sospechoso. Fue entonces que el FBI tocó a la puerta del hijo de Herbert para contarle lo que estaban intentando hacer. Él accedió a que el detective tomara una muestra en la mejilla, pues nunca había estado cerca de su padre. En agosto de 2021 se confirmó el parentesco.
Sin embargo, las autoridades obtuvieron a principios de este marzo una orden para exhumar el cuerpo de Rice de un cementerio en Bay Shore. Los investigadores tomaron una muestra del hueso del cadáver que coincidió con el semen encontrado en el cuerpo de Wilkowitz. Ya no había duda.
Tierney consideró que la joven secretaria estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado, caminando sola a casa desde la estación de tren cuando fue agredida. “Fue una agresión sexual. Fue un crimen de oportunidad”, sentenció.
Por su parte, Irene agradeció a los investigadores y recordó, entre lágrimas, cuando los detectives llamaron a su puerta con un mensaje: “Hemos identificado al responsable de la muerte de Eve”.
Eve era su única hermana. Su madre murió de cáncer antes de su asesinato, y su padre falleció en 2010, dejando a Irene como el último miembro de la familia que podía hablar en nombre de Eve.
En los aniversarios de su muerte, concedía entrevistas a los medios de comunicación locales, una forma de evitar que Long Island la olvidara.
“Ella no era famosa. No era una celebridad. Era mi hermana, y es importante”, recordó Wilkowitz mostrando su foto.