Tony Peña es un hombre que tiene una enorme experiencia como dirigente en el béisbol profesional de diferentes categorías.
Manager de la pelota invernal, de ligas menores y hasta Dirigente del Año en las Grandes Ligas, además de capataz campeón y de manera invicta del pasado Clásico Mundial de Béisbol.
Sin embargo, nunca antes había tenido un compromiso tan reñido o complicado como el juego de ayer contra Colombia en el Marlins Park, de esta ciudad.
“Este ha sido el juego más difícil de mi vida”, dijo Peña luego de la victoria dominicana 10-3 sobre Colombia, que le aseguró el pase a la segunda ronda y le llevó a ganar el grupo C, con marca de 3-0.
Peña explicó que se vivieron momentos de tensión en la cueva dominicana, cuando Jorge Alfaro le empató el partido con cuadrangular a Fernando Rodney y posteriormente el encuentro se fue a entradas extras tras una sensacional jugada de José Bautista en la que atrapó una línea y retiró en el plato a Oscar Mercado con un tiro certero que fue manejado magistralmente por el receptor Welington Castillo.
“No podíamos darnos el lujo de perder ese juego porque simplemente no tenía lanzadores disponibles para un juego extra el lunes. Teníamos que ganar ese juego, porque no iba a tener opciones para jugar contra los Estados Unidos”, señaló.
Para Peña, el momento que cambió el partido fue precisamente la jugada de Bautista y Castillo.
“Fue un tremendo tiro de Bautista y una gran jugada de Castillo. El se fajó e hizo la jugada. Después de ese out, el equipo tuvo un nuevo aire”, comentó.
Y con ese nuevo aire, ahora la República Dominicana va a su siguiente fase en búsqueda de una clasificación a las semifinales para tratar de validar la corona conquistada hace cuatro años.
Luego del partido, la celebración fue grandiosa entre los jugadores, que ahora van para San Diego.