Fue sepultado en la tarde de ayer en el Cementerio Nacional de la avenida Máximo Gómez el cadáver de la doctora Altagracia Bautista de Suárez (Tatá), unas de las fundadoras del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), quien falleció la víspera de los 91 años.
La doctora Bautista de Suárez tuvo una larga carrera en la administración pública, ocupando los cargos de ministra de Educación, de Industria y Comercio, de Trabajo y la Superintendencia de Bancos, entre otros.
Le sobreviven a doña Tatá Bautista su esposo Mario Suárez y sus hijos Altragracia, María Emilia, Vitalia y Mario Dhimas Suárez Bautista.
El PRSC definió a Bautista como ejemplo de lo que es un servidor público probo y como un prototipo de las excepcionales condiciones de la mujer dominicana.
El secretario general del PRSC, Ramón Rogelio Genao, dijo que doña Tatá, como se le conocía, es un orgullo de todos los reformistas y que su pérdida enlutece toda la República Dominicana.
«Doña Tatá no sólo fue una de las fundadoras del partido, sino que también fue de las mejores amigas y colaboradoras del doctor Balaguer. Tatá ocupó casi el organigrama completo del Estado y murió sin patrimonio viviendo sus últimos días de una modesta pensión. Es un ejemplo de la probidad del reformismo y de la participación que tuvo la mujer en nuestras administraciones».
Genao expresó que doña Tatá nunca se desvinculó del PRSC y que participó el pasado 14 de julio en la misa que la Fundación de la familia Balaguer y el partido celebraron en memoria del doctor Balaguer con el entusiasmo y la energía que le acompañaron hasta el día de su muerte.