FUEGO OLÍMPICO
Reflexionemos

FUEGO OLÍMPICO <BR>Reflexionemos

POR MARIO ALVAREZ SOTO
Hace varias semanas que terminó el campeonato Premundial de Baloncesto, realizado en la ciudad de Santo Domingo. Dicho torneo nos ha dejado un «sabor muy especial», tanto desde el punto de vista de su organización como de sus resultados.

Las expectativas triunfalistas creadas por nuestros dirigentes alrededor de «una constelación o grupo de estrellas» se fue desmontando a medida que pasaban los juegos.

Nacionalizamos un «gringo al vapor» y no rindió lo esperado, trajimos un entrenador gringo NBA y no dió la talla.

Nos dieron varias «catimbas», ganamos los dos primeros partidos «a chepa» aunque el tercero, debemos reconocer que fue muy convincente.

Ocupamos una sexta posición, pese a que los vaticinios eran para el segundo.

Me pregunto: ¿Es esta la realidad del baloncesto dominicano?

Frank Herasme, presidente de la federación de ese deporte dice que no, y culpa al entrenador norteamericano Keith Smart  de la horrible actuación de los criollos.

Culpó también a los atletas, quiénes según él, no estaban en «su asunto» y hasta dormían fuera del hotel.

Las prácticas de los preseleccionados se inició el miércoles 13 de julio en el polideportivo de la UASD, se practicó con bastante tiempo de antelación. Se hicieron fogueos en Venezuela, Centroamérica y Puerto Plata.

Los jugadores fueron concentrados por mucho tiempo en un lujoso hotel de la capital, de ahí iban a sus prácticas con franqueadores, en cómodos y modernos autobuses, como debe ser.

Pero, todo este esfuerzo se hace solo detrás de una medallita o de una digna actuación, no es justo, no es equitativo con los demás deportes.

Los torneos de baloncesto, sobre todos los internacionales de este tipo,  se venden como deporte-espectáculo, el cual puede financiar su propio montaje, al menos así es la teoría, como se dijo desde el principio, no hay ningún problema con el montaje.

Pero, en cambio, al término del evento sus organizadores dijeron que habían perdido RD$8 millones de pesos, ¿cuál es el objetivo de organizar en el país eventos de esta naturaleza si el balance será negativo?

Sería bueno que se hicieran evaluaciones serias sobre lo ocurrido, en vez de sacar los «trapos sucios» a la opinión pública.

Debemos recordar que el boomerang se devuelve a quien lo lanza.

Sería bueno que se publicara el presupuesto del costoso torneo y su ejecución, ingresos y egresos, para que impere la transparencia y todos quedemos edificados, esto sin que se mal interprete, ¡claro está!

¡Es hora ya de que se diga en la forma en que se invierten o se gastan los fondos públicos!

Que hablen miembros del Comité Organizador, de la federación, los comercializadores, los demás integrantes del cuerpo técnico, los jugadores, que se pongan de acuerdo y nos ofrezcan un informe contundente desde todos los puntos de vista, por el bien del baloncesto, del deporte, de la sociedad dominicana y en contra de la especulación.

¡No hagamos otro papelazo!

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