Fuego Olímpico
 UNA MALA NOCHE DE PLAY

<STRONG>Fuego Olímpico<BR></STRONG> UNA MALA NOCHE DE PLAY

El pasado lunes 23 fui “invitado” a presenciar el partido entre los Toros del Este y Leones del Escogido, ¡qué experiencia mi hermano! Llegamos tarde, pues no estábamos señalados para lanzar y así evitamos filas o molotes, es nuestra costumbre.

De inmediato, al llegar a la puerta de entrada, el manoseo estúpido y desagradable, como de maldad, de parte de una compañía privada de seguridad contratada por la Liga, ¡cojollo! Con lo barato y práctico que resultan los detectores de metales.

Fuimos recibidos con un largo cuadrangular de De Aza, con promedio de placa de diputado, luego “disfrutamos” del pésimo sonido de la bocina interna y de una terrible animación, a diferencia de dos partidos que hemos estado presente con el Licey como dueño de casa.

Como es natural, no había mucha gente, nos sentamos donde nos dió la gana, elegimos preferencias C creo, debajo de los palcos VIP del Escogido, ¡ay mi madre! Ahí y los mosquitos puyan y puyan, como decía Kaki Vargas, eso fue increíble, una fumigadita no caería mal.

Luego mis compañeros se antojaron, para qué fue eso, los precios por las nubes y si usted bebe le va peor, por mi… no hay problemas, yo fui cenadito y muy bien hidratado, que conste, que nunca he sido tacaño, pues hasta brindé y no degusté.

Pa’ remate, nunca salieron las bailarinas a animar el encuentro.

Por suerte y al fin, una buena… el equipo de nuestra simpatía dejó en el terreno a los visitantes, para aliviar un poco las penas… creía yo, pues se agravaron cuando me disponía a retirarme del estadio y “el dueño del parqueo” me requería otro pago casi de manera compulsiva.

A Leonardo Matos Berrido y a José Rafael Alvarez S., mi querido Don Chicho (el papá del Titán), que tomen estas quejas o críticas, vividas y recogidas por mi de la mejor manera para que pongan correctivos y que no pase como en los bailes de las orquestas de merengue, que la gente no va.

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