Seis viviendas fueron reducidas a escombros en el barrio Mono Mojado, en San Felipe de Villa Mella, sin pérdida de vidas humanas.
El fuego se produjo entre las calles 29 y 30 y los afectados creen que se debió a un corto circuito.
El Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo Norte realiza las investigaciones del hecho para determinar las causas del siniestro.
Seis familias quedaron a la intemperie, a la espera del auxilio de las autoridades nacionales y municipales o de empresarios.
Las viviendas, construidas de bloques de hormigón, madera y zinc, fueron literalmente borradas y muy pocos ajuares pudieron ser rescatados, debido a la rapidez con que se produjo el incendio.
Con la tristeza reflejada en el rostro, pero con la esperanza de que alguna mano solidaria se compadecerá de él, Juan de Dios Rodríguez, propietario de dos de las viviendas, expresó son una sucesión de la familia, que es lo único que poseen.
Vivía en una de las casas convertida en escombros, pero ahora ha quedado en el aire, sin rumbo por el momento, ya que perdió el bien material más preciado, su vivienda.
Juana de la Cruz se salvó de milagro, porque su vivienda, a menos de un metro de donde se inició el fuego, apenas quedó chamuscada.
Sin embargo, narra que pudo sacar sus trastos y llevarlos lejos del lugar de la tragedia.
Le preocupa que su hijo, Franklin Vizcaíno, apenas quedó con la ropa que lleva puesta.
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De la iglesia
José Manuelo Farías estaba en la iglesia cuando se inició el fuego, pero cuando llegó ya era tarde. Todo había sido consumido por las llamas. Lo mismo le ocurrió a Juan Carlos Hernández, quien es padre de dos hijos.