Fuera de Foco

Fuera de Foco

FRANCISCO ALVAREZ CASTELLANOS
Desde hace bastante tiempo se viene hablando de los planes que tienen Estados Unidos, Francia y Canadá de fusionar la República Dominicana con Haití, y han sido innumerables los artículos publicados en la prensa nacional negándose a tal monstruosidad. Sin embargo, y ante mi más grande sorpresa, leí hace algunos días un artículo en el que el autor, un inteligente escritor dominicano, aseguraba tajantemente que “no ha existido ni existe plan o propósito alguno de fusionar a las repúblicas de Haití y Dominicana”.

Y agrega algo que me dejó punto menos que turulato: “Esa denuncia –dice el escritor de marras– fue y es una fábula perversa de un grupo de fanáticos racistas de la clase dominante encabezado por Joaquín Balaguer, que de 1994 a 1996 utilizó el argumento contra a candidatura de José Francisco Peña Gómez”.

Sinceramente, me quedé de una pieza y recordé “ipso facto” la frase de Vicente Huidobro siguiente: “El adjetivo, cuando no da vida, ¡ mata!” Y esto es algo que vivo diciéndole a mis estudiantes de periodismo. Porque eso de calificar de “fábula perversa”, además de “fanáticos racistas” el asunto de la fusión, es algo increíble y dicho fuera de tiempo.

Es cierto que existe la idea de la fusión citada. Y es cierto que “Quisqueya será destruida, pero sierva de nuevo jamás”.

Para los haitianos, constitucionalmente “la isla es una e indivisible”, y haitiano es que todo aquel que nazca de madre o padre haitiano, no importa donde se produzca el nacimiento.

El autor del infeliz artículo es dueño de una de las inteligencias más claras que tiene el país, sin importar el hecho de que no estudió lo suficiente para hacerla aún más clara. Quizás el paso de los años haya mellado esa inteligencia, pero con lo que escribió en ese artículo me dio a entender que durante todos estos años pasados ha ignorado olímpicamente lo que tantos dominicanos, “fanáticos racistas”, hemos defendido: la soberanía de la República Dominicana.

Espero que haya sido un “lapsus” del escritor citado el negar que alguna vez haya existido la idea de la fusión entre nuestra república y el territorio haitiano. Y él sabe muy bien las razones, entre ellas la sangre vertida para separarnos de un país (país no quiere decir estado o nación, que conste), con el que no tenemos ningún punto de acercamiento, excepto el de compartir una isla. Y somos, en este aspecto, los únicos en el mundo.

El artículo del escritor no puede ser más desafortunado. Luego de ese primer párrafo increíble, en el que niega una verdad histórica, el autor “le entra” al último gobierno del doctor Joaquín Balaguer y después intenta darnos una clase de historia mundial, y como punto de apoyo relata el hecho de Checoeslovaquia, cuando después de la caída del bloque soviético dicha nación “se rompió en República Checa y tres o cuatro culturas y nacionalidades más”. ¿O acaso entendí mal?

Pero el escritor olvida que estaba escribiendo sobre países europeos, altamente civilizados, no de un territorio donde el analfabetismo pasa del 70 por ciento y donde impera una “cultura” única en América… por su origen.

Y otra cosa: ¿ Quiénes son “los fabuladores de la clase dominante?” En verdad que no quería escribir este artículo por los nexos que una vez me unieron al autor del artículo, desde que “debutara” como redactor del periódico “Unión Cívica”, órgano oficial del derechista partido derrotado fulminantemente por Juan Bosch en el 1962. Y por otras cosas más.

Pero en honor a la verdad histórica, no podía quedarme callado ante este artículo, porque si “el que calla otorga”, me habría hecho cómplice de tal barbaridad. Y perdónemne el adjetivo, pero el caso lo merecía.

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