Fueron confundidos con narcos

Fueron confundidos con narcos

Los tres estudiantes de cine desaparecidos en marzo, cuyos cuerpos fueron disueltos en ácido, son las últimas víctimas de la lucha entre distintos grupos del crimen organizado en México y la violencia resultante ha provocado la desaparición de más de 30.000 personas en todo el país en la última década.
Los fiscales del estado de Jalisco, donde ocurrieron los hechos, explicaron el lunes por la noche que los jóvenes fueron secuestrados por el cártel de Jalisco Nueva Generación, una de las organizaciones criminales más poderosas del país en estos momentos, porque los confundieron con miembros de un grupo rival.
Hay dos personas detenidas por estos hechos y otras cuatro órdenes de aprehensión pendientes de cumplimentar. Y aunque deshacerse de los cuerpos es una táctica utilizada por la delincuencia para hacer desaparecer a sus víctimas, la constatación de que éste fue el destino de unos jóvenes impactó con fuerza en México.
Los estudiantes de la Universidad de Medios Audiovisuales identificados como Javier Salomón Aceves Gastélum, Jesús Daniel Díaz García y Marco Francisco García Ávalos, estaban filmando un proyecto para su escuela en una vivienda en las afueras de la ciudad de Guadalajara, una casa que era de la tía de uno de ellos y había sido utilizada por un grupo criminal antagónico llamado Nueva Plaza. La tía presuntamente estaba implicada en un caso de tráfico de personas y prostitución.

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