El Banco Central de Chile adelantó el proceso de actualización de estimación de los parámetros estructurales de la economía chilena, tomando en cuenta el impacto de inmigración sobre el potencial de crecimiento de la economía.
El presidente del Central, Mario Marcel, especificó que el aumento en la estimación del PIB tendencial -que se entiende como el crecimiento de mediano plazo que podría alcanzar la economía- se vio favorecido por el impacto de la fuerte inmigración de los últimos años, la cual tiene características que la hacen un fenómeno relevante desde el punto de vista macro, en particular por la magnitud del aumento de la fuerza laboral y las cualidades de la población migrante.
Sin embargo, desde que la entidad estudia el tema -a mediados del año pasado- «nos dimos cuenta que el efecto en el crecimiento es bastante ambiguo», comentó el gerente de la División de Política Monetaria del Banco Central chileno, Elías Albagli, quien ha estado a cargo del análisis del proceso.
«La inmigración conlleva a un mayor crecimiento de la economía, pero la velocidad con que eso se da es un poco más incierto (…). La rapidez se ve afectada por la facilidad con que la inversión va reaccionando y sobre todo la evolución de la productividad que tienen los trabajadores nuevos», dijo el jefe de la División de Política Monetaria.
Y, «como es bien sabido», según Albagli, «cuando los inmigrantes llegan al país que los recibe, típicamente empiezan en trabajos que están un poco más por debajo de las calificaciones que tienen y de a poco empiezan a subir en la escalera laboral y eso influye en la productividad».
Otro tema donde «teníamos bastante más incerteza», es en el impacto inflacionario de la inmigración, contó el economista.
«Efectivamente la migración es, por definición, un aumento en la fuerza de trabajo y eso provoca un efecto de oferta que es conducente a una menor inflación -por vía de una mayor fuerza de trabajo-«.
Sin embargo, explicó «por otro lado tiene un efecto en la demanda, porque más gente en el país implica una mayor demanda y la capacidad de la economía en el corto plazo está fija, por lo tanto eso tiende a tener presiones inflacionarias».
Migración
Según Albagli, Central se ha propuesto ser lo más transparente posible sobre el impacto de la migración, ya que es un tema a evaluar dado que «no es obvio para qué lado se da» el efecto. Fue así que a fines de 2018, con la canasta antigua del IPC, la inflación del año pasado «no sorprendió», entonces «eso nos sugirió que el proceso migratorio tenía un efecto aparentemente neutro en la inflación». Sin embargo dicho análisis cambió de manera importante con el IPoM de marzo, donde efectivamente se revisó que la inflación de 2018 terminó siendo bastante menor y, además, la que hay en la actualidad «es mucho menos que lo que hubiéramos anticipado hace un año atrás», expresó.