NUEVA YORK (AFP).- Numerosos viajeros quedaron aislados este domingo en la región noroccidental de Estados Unidos, debido a una copiosa tormenta de nieve que obligó a cerrar aeropuertos y tornó peligroso el tránsito de las vías.

   El aeropuerto nacional Logan, de Boston, fue cerrado por tiempo indeterminado, lo que obligó a postergar o cancelar miles de vuelos en los aeropuertos del noreste y centro-oeste del país, mientras muchos vecinos se refugiaban en albergues subterráneos para protegerse de la peor tormenta de nieve del año.

   El servicio meteorológico estadounidense lanzó este domingo una severa advertencia con respecto al este de Nueva York y de Nueva Inglaterra, señalando que la tempestad actual podría ser peor que la «gran tormenta» de 1978.

   «En algunos lugares, la cantidad de nieve podrá ser semejante o incluso mayor que la del temporal de 1978», según la advertencia.

   «Ésta se presenta como la peor tormenta de nieve en Boston desde 1892, cuando empezaron los registros», dijo el informe meteorológico.

   El servicio alertó asimismo sobre los peligros de las nevadas y la posibilidad de apagones en Cape Cod, Nantucket y Martha´s Vineyard, en el sudeste de Massachussets.

   «Se desaconseja enfáticamente cualquier tipo de viaje. Si usted deja la seguridad de su casa estará poniendo en peligro su propia vida», advirtió un asesor del servicio meteorológico.

   El gobernador de Massachussets, Mitt Romney, declaró estado de emergencia en su estado, donde este domingo se esperaba la formación de una capa de nieve de entre 71 y 96 centímetros.

   Ayer ya habían sido cancelados más de mil vuelos desde y hacia Nueva York y Boston y unos setecientos en el aeropuerto O´Hara de Chicago, según expertos del ramo aeronáutico.

   «Es un desastre total», resumió el especialista Rally Capparas, para Travelocity.com, un servicio de reservas aéreas por internet, en declaraciones que fueron reproducidas por la red CNN, la cual mostró también el anuncio en aquel sitio web de un total de 3.000 vuelos cancelados.

   El aeropuerto internacional de Filadelfia reabrió hoy, después de haber permanecido clausurado el sábado debido a la escasa visibilidad, según informó un funcionario, pero igualmente se verificó un alto número de cancelación de vuelos en otros aeropuertos, como New Jersey, Baltimore, Maryland y Washington.

   Los aeropuertos británicos, por su parte, cancelaron 31 vuelos desde y hacia el nordeste de Estados Unidos, según informaron funcionarios este domingo en Londres. Heathrow, el principal aeropuerto londinense canceló 29 llegadas y partidas tras la llegada de las primeras noticias sobre el informe meteorológico estadounidense.

   Mientras los fuertes vientos y la nieve causaban temperaturas bajo cero, la nevada bloqueaba las carreteras entre Nueva York y Maine, paralizando totalmente ciudades que en tiempos normales suelen permanecer congestionadas.

   Las autoridades ordenaron a los vecinos retirar los automóviles estacionados en las principales arterias, buscando así descongestionar las carreteras, ya bloqueadas por la nieve.

   En algunas ciudades, máquinas de roturar nieve y camiones de sal trabajaron toda la noche para facilitar la reapertura de calles y carreteras.

   «Ésta es una tormenta realmente peligrosa; creo que deben tomársela muy en serio», comentó el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, en una conferencia de prensa que ofreció el sábado en la que se presentó junto con altos funcionarios de la defensa civil.

   Las autoridades de Filadelfia recomendaron que la gente entrase en contacto con viejos amigos, familiares y vecinos para estar seguros de que contaban con calefacción y provisiones suficientes para capear la tormenta.