PUERTO PRINCIPE.- La fuerza internacional de paz presente en Haití desde la salida del ex presidente Jean Bertrand Aristide, el 29 de febrero, extenderá sus operaciones por todo el territorio.

Este despliegue comenzará en el sur del país, según las últimas informaciones de fuentes oficiales haitianas.

Un contingente de infantes de Marina de los Estados Unidos se encuentra desde el, miércoles, en Les Cayes, en el sur de Haití y tercera ciudad del país.

A finales del pasado febrero, Les Cayes fue escenario de violentos enfrentamientos entre seguidores y opositores del régimen.

La comisaría de Policía, que fue ocupada temporalmente por las fuerzas rebeldes, y saqueada e incendiada por la población, está siendo reparada. Fuentes periodísticas en Les Cayes informan asimismo de que los «marines» se han reunido con la Policía y los ex militares encargados de la seguridad en esa ciudad.

El inspector de Policía Avril Joseph Jude declaró a la prensa que los «marines» fueron informados de la organización del sistema de seguridad en Les Cayes y se interesaron por el comportamiento de la población.

[b]Matan taxista[/b]

Una persona murió y otra resultó herida ayer después de que la Policía de Haití dispersase una manifestación a favor del ex presidente Jean Bertrand Aristide en el centro de Puerto Príncipe, informaron medios locales.

La persona fallecida es un taxista que murió decapitado en circunstancias no esclarecidas aún por las autoridades, precisaron emisoras de radio.

El cadáver fue encontrado en un centro comercial, después de que centenares de partidarios de Aristide fueran dispersados cuando se acercaban al Palacio Presidencial.

Los manifestantes rompieron los cristales de varios vehículos, incluidos los de uno de la estación de televisión por cable Télé Haití.

Algunos de los manifestantes, que tenían armas de fuego, dispararon y al menos una persona fue herida de bala.

[b]Elige gabinete[/b]

El primer ministro Gerard Latortue comenzó el jueves a elegir a los miembros del gabinete de Haití, con la mirada puesta en un ex general del ejército para estabilizar al conmocionado país.

La tropa de paz internacional, en tanto, efectuó su primera misión para despojar de armas a los residentes.

El nuevo líder haitiano ha expresado que desarmar a la población es una de sus máximas prioridades. Con este fin, los infantes de Marina de Estados Unidos allanaron una casa de los alrededores del palacio presidencial antes del amanecer, horas después de que Latortue llegó desde la Florida.

Por otro lado, una manifestación de cientos de personas que portaban parasoles con la imagen de Aristide fue atacada con disparos el jueves en el vecindario de Belair, en el centro de la ciudad. Al menos una mujer resultó herida, según testigos.

«Aristide debe regresar. No queremos a Bush como presidente», gritaban los manifestantes.

Pero se dispersaron cuando sonaron los tiros, mientras algunos sacaban pistolas y buscaban al atacante. Hasta el momento no se habían reportado lesionados.

«Han nombrado a un nuevo primer ministro que no conocemos», dijo el manifestante Enock Lubin, de 25 años. «Es un hecho ilegal», consideró.

En lo que se ha convertido en algo normal, los cadáveres se apilaban en la morgue de la capital y en las calles, recordando a los transeúntes la rebelión popular que azotó al país durante un mes.

[b]Acogen fuerza internacional[/b]

En Gonaives, la dirección civil del Frente de Resistencia para la Liberación y la Reconstrucción de Haití acogió favorablemente la presencia de la fuerza internacional en la ciudad.

El dirigente del Frente Eugéne Newton declaró a la prensa local su conformidad con el despliegue de los soldados extranjeros.

También reaccionó positivamente a la decisión del comandante del Frente, el ex comisario Guy Philippe, de deponer las armas, tal como había pedido Estados Unidos.

Sin embargo, varios ex militares miembros del Frente en Hinche (este), ciudad que estuvo también bajo control de los rebeldes, se niegan a entregar las armas.

El pasado viernes, el sargento Joseph Jean Baptiste afirmó en rueda de prensa que no dejarán las armas y que no están en disposición de colaborar con los militares extranjeros.

Entretanto, los militares de la fuerza internacional han tenido que enfrentarse a situaciones de tensión en Puerto Príncipe, donde tres personas fueron asesinadas durante los últimos días.

La situación fue particularmente tensa el pasado martes en la zona industrial del norte de la capital, cerca del aeropuerto, donde los marines establecieron controles para evitar los saqueos.

En la noche de martes al miércoles, soldados de la fuerza internacional intercambió disparos con individuos no identificados en las inmediaciones de la oficina del primer ministro saliente, Yvon Neptune.

El lunes pasado, un contingente de la fuerza internacional fue blanco de disparos en el barrio de Belair, en el centro de la capital y feudo del ex presidente Aristide.

El hecho se produjo no lejos del lugar donde, el domingo pasado, varios individuos dispararon contra miles de manifestantes. En los incidentes murieron seis personas y 38 heridos.

Después de lo que fue calificado de masacre, la comandancia de la fuerza internacional anunció la adopción de disposiciones para participar en operaciones de desarme con la Policía.