Fuerzas Armadas y Derechos Humanos

Fuerzas Armadas y Derechos Humanos

De acuerdo con lo que ha sido la realidad histórica, no solo en la República Dominicana sino prácticamente  en toda la America Latina y buena parte del mundo -incluso en un pasado reciente en los propios Estados Unidos, país que tantas veces ha levantado la bandera de la defensa de los derechos humanos como emblema de su política exterior -, parecería que la correlación Fuerzas Armadas y Derechos Humanos debieran ser excluyentes. 

Sin embargo, en la República Dominicana se ha convertido en los últimos años en una realidad que, aunque para algunos puede resultar controversial, no deja de ser un hecho relevante que bien vale la pena resaltar en momentos en que el próximo día 10 habrá de celebrarse el 61 Aniversario de la Proclamación en París de la Carta de los Derechos Humanos y teniendo como telón de fondo la denuncia de que el país es recurrentemente acusado de violación a los derechos humanos. 

No voy a involucrarme en el debate sobre las violaciones a los derechos humanos y voy a concentrarme en la experiencia de las Fuerzas Armadas destacando un hecho de gran relevancia que la ciudadanía no debiera desconocer. En estos días, como cada año, el tema de los derechos humanos es recogido por los medios de prensas nacionales y de todo el mundo.

La Secretaría de Estado de las Fuerzas Armadas creo desde el 2000 lo que ahora se denomina la Escuela de Graduados de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario como instrumento de un loable esfuerzo para promover el conocimiento de los principios básicos que conforman los derechos humanos de los individuos.

Es destacable que en los diferentes cursos impartidos, de diversos niveles, a todo lo ancho y largo de la nación, han cursado los mismos 5 generales -incluido un Mayor General-, 775 Oficiales Superiores – de Mayor a Coronel -, 2 501 Oficiales Subalternos, 751 cadetes y guardia marinas, 3 248 alistados, 4 781 de otros cuerpos policiales y de seguridad – incluidos 57 oficiales de otros países – y 962 civiles para un gran total de 13 023 personas. El principal de los cursos tiene nivel de postgrado.

No tiene discusión el hecho cierto de que pueden aparecer uniformados capaces de quebrar los derechos de un individuo – como tampoco podemos ignorar de que hay derechos humanos a los cuales no tiene acceso una buena parte de la población, los humanos sin derechos- pero tampoco se puede disminuir el extraordinario esfuerzo que se viene haciendo para expandir un espíritu de respeto a la integridad de las personas.

Mientras que las instancias que les corresponde continúen defendiendo ese respeto y otras cumplan con su obligación de reprimir con severidad a los infractores, habrá que reconocer en algún momento, incluso a nivel internacional, el rol que ha estado jugando esa dependencia de las Fuerzas Armadas dominicanas.

Honrar, honra.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas