PRISTINA.AFP La fuerza de la OTAN intervino ayer en Kosovo por primera vez desde su independencia después de que un grupo de serbios destruyera dos pasos fronterizos, pocas horas antes de la llegada a Pristina del jefe de la diplomacia europea, Javier Solana.

Al menos 1.000 serbios de Kosovo y otros 150 de Serbia incendiaron los puntos fronterizos de Banja y Jarinje antes de salir huyendo.  El portavoz de la policía kosovar Veton Elshani dijo que no hubo heridos.

 La misión de la ONU en Kosovo (MINUK), que administra ese territorio desde 1999 y permanece a cargo del control de las fronteras, anunció que por su petición la fuerza de la OTAN (KFOR) cerró ambos pasos fronterizos durante 24 horas.

 El resto de pasos en Kosovo «siguen abiertos», precisó un comunicado de la MINUK.

 «Desde la proclamación, es la primera vez que se pide a la KFOR que intervenga», indicó un comandante.