“No fuimos amenazados por hacer humor político”

“No fuimos amenazados por hacer humor político”

Cuquín Victoria. Archivo.

El ganador del Gran Soberano 2014, Cuquín Victoria, señaló que no fue amenazado por hacer humor político, pero que sí recibió una “llamada de atención”.

Victoria pertenece a esa generación de humoristas -integrada por Freddy Beras Goico, Milton Peláez, Felipe Polanco y otras talentosas figuras- que se caracterizó por hacer humor político en los doce años de Balaguer y en otros gobiernos posteriores. “Yo no recuerdo si en “El show de noticias” (programa en el que participaba junto a los fenecidos Freddy y Milton) fuimos amenazados, pero sí recuerdo que en “El show del mediodía” nos hicieron una llamada de atención”, respondió el humorista a una pregunta que le hizo el periodista Juan Bolívar Díaz, con relación a que si no fueron amenazados por la llamada “Banda Colorá”.

Al participar en el almuerzo semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio, Victoria también recordó otro episodio que le ocurrió a Milton Peláez con Abinader. “Ah, eso fue una frescura. Sucede que Milton hizo una encuesta ¿Por quién usted va a votar? Entonces entrevistó a una persona que dijo ‘Yo voy a votar por el señor Abinader’, ‘ah qué bien y ¿quién habla? Abinader”, relató en medio de la risa colectiva.

César Augusto Victoria Suazo, nombre real del artista, tampoco estuvo eximido de la censura. A la tercera ocasión de cuando empezó a personificar al extinto presidente Joaquín Balaguer por el canal 4, recibió una carta en la que se le informaba que estaba absolutamente prohibido imitar al mandatario.

“El asunto como que se difundió; y según me contó alguien cercano al presidente Balaguer él mismo llamó a ese señor y le dijo: “Usted está loco, deje a ese muchacho tranquilo, carajo”, indicó Cuquín imitando el tono del exmandatario.

Cuando se le preguntó si en algún momento se reunió con Balaguer para hablar de su imitación, Cuquín dijo que no, pero que sí fue invitado a los saludos de Año Nuevo. Al principio no asistió a este evento, pero a la tercera invitación decidió ir para que el Presidente no pensara que era enemigo suyo.

La fama. A diferencia de muchos personajes a quienes la fama vuelve locos, Cuquín afirmó que a él nunca se le ha subido la popularidad a la cabeza. Aunque sí reconoció que se daba unos traguitos y que en “El show del mediodía” tenían un “traedor”.

No es madrugador. Cuquín reconoce que no le gusta despertar temprano. Sobre este tema hay una anécdota que le ocurrió con su esposa cuando ella le pidió que llevara a sus hijos al colegio y él le respondió: “No, que se queden brutos”.

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