Hoy 
LIMA, (EFE).- El controvertido ex presidente Alberto Fujimori retornó ayer extraditado a Perú, siete años después de fugarse a Japón, para responder por dos delitos de lesa humanidad y cinco de corrupción. Siempre en la mira por sus imprevisibles decisiones tomadas a lo largo de su dilatada vida pública, Fujimori y sus seguidores fueron hoy los sorprendidos cuando el avión que lo trasladaba desde Chile aterrizó en el lugar menos esperado.
Bajo fuertes medidas de seguridad, la aeronave, un Antonov 227 de fabricación ucraniana, tomó tierra a las 16.38 hora local (21.39 GMT) en la Base Aérea de Las Palmas, al sur de la capital, tras realizar un vuelo casi rasante sobre el aeropuerto de la Dirección de la Policía Aérea (Dipa), al lado opuesto de la ciudad.
Ese era el lugar donde le esperaban sus correligionarios y decenas de periodistas de todo el mundo desde el viernes, cuando la Corte Suprema de Chile, país al que llegó en 2005 desde Japón, dictaminó su extradición.
El velo de misterio prosiguió en Las Palmas, donde tras aterrizar el avión, sus ocupantes, entre ellos Fujimori, caminaron por la pista de la base militar camuflados entre vehículos aparcados, impidiendo así la visibilidad de las escasas cámaras que se habían apostado en puntos distantes debido al férreo control.
Unos 30 minutos después, ya en la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía Nacional (Diroes), conocido como el antiguo Fundo Barbadillo y su lugar temporal de reclusión, se pudo ver, por primera vez y fugazmente, a Fujimori en territorio peruano.
Allí, enfundado en una gabardina negra, abordó un vehículo blindado y de color oscuro, antes de ser recibido por los ministros del Interior, Luis Alva Castro, y de Justicia, María Zavala.
La travesía desde Chile duró nueve horas, ya que la aeronave hizo dos escalas debido a su baja autonomía de vuelo.
En ese lapso de tiempo el extraditado, de 69 años, sufrió una bajada en la presión arterial debido al frío y al cansancio, por lo que debieron introducir en el avión un balón de oxígeno y frazadas durante la escala realizada en la fronteriza ciudad peruana de Tacna.
Su hermano, el congresista Santiago Fujimori, dijo a Efe tras conocerse el suceso que desconocía el estado de salud del ex presidente, quien hoy mismo será sometido a un examen médico, antes de tomarle declaración.
Aún se desconoce si Fujimori será juzgado en la Diroes, donde precisamente fue recluido en 2001 el que fuera su principal asesor, Vladimiro Montesinos, quien también huyó del país, recordaron ayer los medios peruanos.
Otra posibilidad es que el proceso se lleve a cabo en la Base Naval del Callao, donde cumplen largas condenas Montesinos y el fundador del grupo maoísta Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, quien fue detenido durante el régimen fujimorista (1990-2000).
Lo paradójico es que esta prisión de alta seguridad fue construida durante el Gobierno de Fujimori para albergar a los presos acusados de terrorismo.
En cuanto al futuro que espera al ex mandatario, el diario La República publicó que en la Diroes se ha habilitado un espacio de concreto armado y cristales blindados, de unos 50 metros cuadrados.
Otros medios informaron de que el lugar de reclusión temporal de Fujimori, cuya alimentación estará a cargo de sus familiares, se ha resguardado con francotiradores.
La expectación dominó hoy toda la jornada, en la que cientos de simpatizantes del ex jefe de Estado se congregaron en distintos puntos de Lima para reclamar su supuesta inocencia, generando disturbios que fueron reprimidos por la policía.
Entre los pesos pesados del fujimorismo que lideraron las concentraciones se encontraban su hermano Santiago, su hija Keiko Sofía y su portavoz en Perú, Carlos Raffo.
Según relataron testigos a Efe, al menos una persona fue detenida y otra resultó herida en los incidentes, sin que estos hechos hayan sido confirmados de forma oficial.
