El dirigente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Fulgencio Espinal, afirmó ayer que la conmemoración de la llegada al país del Partido Revolucionario Dominicano, el 5 de julio de 1961, será afectada este año por la crisis política que afecta a Venezuela y la posición al respecto del canciller Miguel Vargas, presidente de la organización.
Una nota dice que propuso que la efeméride fuera dedicada a la solidaridad con el pueblo venezolano “en su lucha contra la sangrienta dictadura militar que lo oprime”, lo cual fue rechazado por la dirigencia partidaria, “para no entrar en contradicción con la posición de Vargas en foros internacionales”.
Indica que ante el rechazo decidió renunciar a la designación de orador principal en el mausoleo de los padres de la patria, en la exaltación del significado de esta gesta, como cada año.
“Esta vez no lo puedo aceptar, porque no estoy dispuesto a silenciar la protesta del PRD ante la matanza de la juventud venezolana que ejecuta el gobierno despótico de Maduro (Nicolás), so pretexto de que tal denuncia chocaría con la gestión diplomática del canciller Miguel Vargas”, expresó.
Dijo que no concuerda con la memoria de la deuda que tiene el partido con la democracia venezolana, porque el apoyo moral y económico del presidente Rómulo Betancourt fue fundamental para el éxito de la misión de julio de 1961.
En esa fecha llegaron a territorio nacional los exiliados políticos Ángel Miolán, Nicolás Silfa y Ramón Castillo, quienes dirigían junto a Juan Bosch y otros dominicanos, el PRD, fundado en Cuba en 1939.
Espinal consideró que sería un crimen callar hoy, que el bravo pueblo venezolano “ve caer a sus hijos con el pecho descubierto, enfrentando las metralletas del mal gobierno de hambre, miseria y calamidades”.
Invocó la solidaridad de los buenos dominicanos con Venezuela y deploró la ingratitud de “los que olvidan que el dictador Trujillo mandó a matar a Betancourt, porque ayudó a los patriotas que desembarcaron en junio de 1959, acción en la que cayeron 13 venezolanos”.