Las altas tecnologías y medicamentos de última generación constituyen un desafío que pone en riesgo la sostenibilidad financiera de cualquier sistema de seguridad social, advirtió ayer el doctor Norman Julio Muñoz, gerente de la Superintendencia de Salud de Colombia.
De su lado, el doctor Pedro Luis Castellanos, superintendente de Salud de la República Dominicana, aseguró que el sistema de aseguramiento dominicano no está en crisis y sostiene que sus falencias deben ser resueltas en forma multisectorial.
El tema de la alta tecnología y los modernos tratamientos que tiene la medicina hoy día, no tiene un impacto exclusivo en la República Dominicana, también afecta a los sistemas de salud de América Latina, asegura Muñoz.
Tanto Muñoz como Castellanos coinciden en la necesidad de armonizar intereses en los sistemas de seguridad social, ningún sector puede ser sobrecargado con el riesgo.
En el caso de las autoridades, si sigue la conflictividad, la mayor parte del tiempo tendrán que dedicarlo a resolver problemas en vez de dedicarse a la protección.
La República Dominicana ya tiene siete millones de personas afiliadas, esto es para los regímenes contributivo y el subsidiado.
Los dos superintendentes coincidieron en que el aseguramiento en salud es fundamental para sacar a la gente de la pobreza.
En la RD. El sistema de seguridad social dominicano tiene 16 años en funcionamiento, su discurrir transcurre en una población que en más del 30% es hipertensa, más del 50% obesa y un 15% diabética, dijo el doctor Castellanos. El desarrollo de este sistema cursa por focos de violencia y una epidemia de accidentes de tránsito, mientras la ausencia de un primer nivel de atención y la existencia de centros de salud de alta tecnología hacen que el impacto económico sea intenso. A nivel de la salud sub especializada, la preocupación es por la curación y se deja de lado la prevención. En el caso dominicano el sistema no está en crisis y tiene oportunidades.