Funcionarios de Tuvalu  se asean en lagunas por falta de agua

Funcionarios de Tuvalu  se asean en lagunas por falta de agua

WELLINGTON
AP.
  Los cultivos se marchitan, las escuelas han cerrado sus baños y los funcionarios se asean en lagunas debido a una severa escasez de agua potable en una franja del Pacífico Sur.

 Los archipiélagos de Tuvalu y Tokelau han declarado emergencias, dependen del agua embotellada y buscan más plantas desalinizadoras.

Partes de Samoa han comenzado a racionar el agua.  El suministro de agua potable ha descendido precariamente tras una severa falta de lluvias en una región en la que las fuentes subterráneas se han contaminado con agua salada a causa de la elevación de los mares, que los científicos vinculan al cambio climático.

 Aunque nadie ha sufrido sed todavía, las autoridades están preocupadas por la logística para abastecer a cada persona con suficiente agua a fin de que sobreviva y ante los problemas potenciales de salud que pudieran surgir. Y persiste la interrogante sobre la forma en que las islas maniobrarán a largo plazo. 

“Oramos para que las cosas cambien”, dijo el funcionario Jovilisi Suveinakama, quien se encuentra en Samoa.  Las islas atraviesan un periodo de sequía debido al bajo nivel de lluvias que han tenido en seis meses. Los científicos del clima aseguran que esta sequía forma parte de un patrón climático cíclico en el Pacífico conocido como La Niña, y pronostican que la situación no amainará en los próximos meses, sino que persistirá el mismo patrón.  La elevación del nivel de los mares agrava el problema debido a que el agua salada se filtra en las fuentes subterráneas de agua dulce, la cual se extrae desde pozos.  En los tres principales atolones que conforman el remoto archipiélago de Tokelau, los 1.400 lugareños se quedaron sin agua dulce la semana pasada y dependen de un suministro de agua embotellada para siete días que se les envió desde Samoa, dijo Suveinakama.  Algunas escuelas ya no tienen agua potable y los estudiantes a menudo regresan a su casa si necesitan utilizar el sanitario, agregó.  “En cuanto a las labores domésticas, como lavado de ropa, todo se ha suspendido”, dijo.

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Bastante terrible

En Tuvalu, una nación de menos de 11,000 habitantes formada por atolones de muy baja altura, el dirigente del equipo de la Cruz Roja, Dean Manderson, describió la situación como “bastante terrible”.  Manderson dijo que en la isla de Nukulaelae sólo quedaban 60,5 litros (16 galones) de agua dulce para 350 habitantes y que la Cruz Roja había dispuesto el envío de dos maquinas desalinizadoras pequeñas.

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