BRASILIA. AFP. Cientos de empleados públicos brasileños en huelga desde hace varias semanas realizaron hoy una nueva manifestación en Brasilia, para presionar al gobierno por un ajuste salarial.  

Los funcionarios de varios ministerios y órganos públicos se congregaron frente al Ministerio de Planeación para denunciar la intransigencia del gobierno en las negociaciones de sus demandas, según uno de sus dirigentes.  

«No estamos siendo escuchados. Sólo nos quedar hacer huelga en busca de mejoras salariales», señaló a la prensa el líder sindical Pedro Delarue.  

La Policía Militar estimó que unas 600 personas participaron en la protesta, la segunda de esas características que se realiza desde el 18 de julio.  

Un grupo de los manifestantes intentó luego aproximarse a la sede presidencial, pero la policía impidió su avance por lo que se generaron esporádicos choques. La Policía Militar no informó de heridos ni detenidos.  

Los empleados públicos federales entraron en huelga el 16 de junio para exigir un reajuste salarial de 22% y un plan de carrera, entre otros puntos.  

La protesta se lleva a cabo con asambleas y jornadas de paralización que todavía no afectan la atención a los usuarios, salvo en las universidades donde la protesta se inició antes y forzó la suspensión de las clases hace casi dos meses.  

A la protesta también se sumaron controladores sanitarios, de aduanas y la Policía Federal, que anunció su adhesión el martes, lo que dificulta la actividad en puertos, aeropuertos y fronteras.  

El orden público está a cargo principalmente de la Policía Militar, que por ley está impedida de realizar huelgas.  

Unos 580 mil empleados forman parte del servicio público federal (dependiente del Ejecutivo), según el Ministerio de Planeación. Los sindicatos calculan que más de 350 mil empleados participan de la huelga.