Nueva York.- La decisión del Senado del Estado de Nueva York de expulsar a Hiram Monserrate tras una investigación de su Comité de Ética que recomendó la medida luego de que el legislador fuera hallado culpable de un delito menor por la agresión contra su novia Karla Giraldo el ano pasado, ha provocado reacciones encontradas entre funcionarios electos en esta ciudad.

Entre los que habían emitido hasta ayer sus opiniones se destacan los senadores Rubén Díaz y Eric Schneiderman, y el Defensor Publico de la Ciudad de Nueva York, Bill de Blasio. Para algunos fue una sorpresa la medida mientras que otros esperaban que fuera de tal magnitud.

El Defensor Público de la Ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, justifico la decisión de la mayoría de los miembros del Senado y dijo que “el fantasma de la violencia  domestica no tiene cabida en nuestra sociedad, y mucho menos en nuestro gobierno”, y preciso que “Hiram Monserrate no logro mantener la integridad de su cargo por negarse a tomar responsabilidad por sus acciones y renunciar por su cuenta”.

Contrario a lo dicho por De Blasco, el senador reverendo Rubén Díaz cuestiono la integridad del Senado sobre la expulsión, y tal decisión le ha traído muchas preguntas a su mente, ya que “durante las cinco hors que estuvimos debatiendo el futuro de Monserrate, nosotros los miembros del Partido Demócrata, escuche a muchos de mis colegas demócratas expresar que el senador Monserrate ha traído deshonra al cuerpo del Senado.

Indicó que desde los senadores Tom Duane, Liz Kruege, Diane Savino, Neil Breslin, Brian Foley, Eric Schneiderman, entre otros, se expresaron como el senador Monserrate ha puesto el Senado del Estado de Nueva York en vergüenza.

El senador Díaz se pregunta así mismo si “no es también una vergüenza para el Senado el tener un presidente que esta siendo acusado de estar involucrado en un negocio muy escandaloso por el cual, de haber usado a sus poderes para obtener un contrato multimillonario para sus amigos?”

Otra vez se pregunta, según dice, si “no es también vergonzoso para el cuerpo del Senado el tener un presidente siendo acusado de recaudar fondos para las personas afectadas por el huracán Katrina y que el dinero nunca llego a las personas afectadas por Katrina?”.

“Me pregunto, por que cuando el senador Marty Markowitz se declaro culpable de un delito de lavado de dinero, aceptando culpabilidad de un caso menor, fue recibido como un héroe por un miembro de esta Cámara y los demócratas del Senado quienes también lo apoyaron en su campana para llegar a ser presidente del condado de Brooklyn?”.

“No fueron vergonzosas las acciones de Markowitz para este cuerpo? Como es que nunca se formo un comité para investigarlo y expulsarlo del Senado? Son los miembros del Senado selectivos en lo que es traer vergüenza a este cuerpo?”.

El senador Díaz dice en sus declaraciones ofrecidas a El Nacional que con estas preguntas y muchas otras que continuara exponiendo en el futuro, espera que los supuestos “distinguidos” y “honorables” miembros de este cuerpo del Senado, quienes se han sentido tan avergonzados de lo que Ha hecho un senador hispano, sentirán el mismo nivel de vergüenza y estarán dispuestos a iniciar medidas similares a la expulsión cuando otros cometan acciones vergonzosas, tales como los ya mencionados, sin importar el origen étnico de la persona.

Por su parte, el senador Schneiderma, quien presidio la comision investigadora del Senado sobre el caso en el que su colega fue condenado judicialmente por agredir su novia Karla, dijo que aunque ayer fue un día triste para el Senado Estatal de Nueva York, se justifica la expulsión del legislador boricua.

“La expulsión de un Senador es una rara acción a considerarse solo en la mas flagrante circunstancia, pero yo creo que la conducta del senador Monserrate, su indiferencia ante la ley y la seguridad de los demás, se ajusta a ese estándar”, enfatizo.

Opinó que “el senador Monserrate no ha sido honesto a cerca de los eventos que causaron su arresto y condena, y, hasta el día de hoy se niega a aceptar su responsabilidad por su conducta criminal”, y “el Senado no puede cerrar los ojos ante un acto de violencia domestica, un crimen por el cual el estado de Nueva York tiene una política de cero tolerancia, y ante un intento de evasión de responsabilidad por tal crimen con un comportamiento deshonesto e intimidante”.