Funcionarios, escuchen al presidente

Funcionarios, escuchen al presidente

Cristian Mota

El mandatario Luis Abinader, en el proceso de su candidatura, siempre se refirió a que, si ganaba la presidencia, sería un gobierno transparente, y abogaría por una justicia independiente y autónoma para tener el control externo e interno de las cuentas del Estado.

Ese ha sido su discurso,  incluso ayer, donde volvió a señalar sobre lo importante que es para el país tener instituciones fuertes, durante su participación en el “Diálogo Regional de Políticas sobre Transparencia e Integridad» que organiza el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), junto a la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental (DIGEIG).

Al parecer, algunos funcionarios no escucharon al presidente; vemos hoy cómo la Dirección General de Compras y Contrataciones Públicas (DGCP) investiga algunos casos, donde supuestamente se han cometido irregularidades, las cuales van en contra del plan del jefe de Estado.

En sus alocuciones, en diferentes escenarios, el presidente Abinader ha dicho que en su gobierno él tiene amigos, no cómplices, es decir, que todo aquel que cometa indelicadezas tendrá que presentarse ante las autoridades.

Algunos ejemplos, como pasó con el ex administrador de la Lotería Nacional, quien hoy guarda prisión, con medida de coerción, por irregularidades en los sorteos.

La transparencia es lo primordial en este gobierno, lo que se traduce en bienestar para nuestro país, pues los recursos se invierten en la gente a través de las políticas públicas, aplicadas en los programas sociales.

Escuchen al presidente, hagan una gestión ética en las instituciones que dirigen, para que no sean llamados por la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA), pues son muchos los llamados por casos dolosos.

La prudencia es el comportamiento orientado hacia la felicidad, la virtud de actuar de forma justa, adecuada y con moderación, evitemos escándalos que empañen su moral y la de sus familias, sus acciones deben ser orientadas a la mejoría del pueblo.

Hagamos del cambio, buenas acciones que contribuyan en generar riquezas, en dar oportunidades de desarrollo, que la República Dominicana sea de entidades fuertes al servicio de la gente. 

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