Al cumplir veintitrés años de existencia la Fundación Doctor A. Baquero  exhibe una renovada energía y mantiene plena  dedicación a su finalidad principal de ayudar a realizar trasplante renal a personas de bajos recursos.

Uno de los hechos más notables en estos momentos es el establecimiento de excelentes y productivas relaciones internacionales que le han permitido obtener valiosa cooperación que se vierte inmediatamente a favor de los pacientes locales de insuficiencia renal crónica.

Para esos vínculos internacionales ha influido mucho que el fundador de la fundación, doctor Ashley Baquero, es el presidente de la Sociedad de Trasplante de América Latina y el Caribe para el período 2010-2011.

Gracias a esas relaciones, la entidad –con oficinas en la avenida Ortega y Gasset 46, en Santo Domingo-  ha obtenido, a través del doctor Josep Lloveras,  becas para entrenamiento de profesionales dominicanos de la medicina en  el Hospital del Mar y el Hospital Clínico de Barcelona. La doctora Hilda Lafontaine, nefróloga y directora médica de la Fundación Doctor A. Baquero, precisó que las actividades fundamentales de la entidad son “intervenir activamente en los programas de educación de la población, acerca del trasplante renal, donación de órganos, conocimiento de la insuficiencia renal y su repercusión social y económica. Favorecer  y ayudar  a  realizar trasplante renal a personas de bajos recursos promoviendo la donación de diversas instituciones y aporte de la Fundación Doctor A. Baquero. Evaluación diagnóstica de todos aquellos pacientes que lo demandan en cuanto a conocer si sus riñones están enfermos”.

En cuanto a los beneficios logrados con el incremento de las relaciones internacionales, la doctora Lafontaine observó que se ha conseguido poder hacer biopsias renales en el segundo centro más grande de nefropatología de los EE.UU, Nephropath, de Little Road, Arkansas.

También, los pacientes dominicanos, a través de la fundación, “pueden hacer estudios más sofisticados de citometría de flujo en el programa de trasplante de Puerto Rico, con el doctor  Eduardo Santiago, viejo colaborador.