La Fundación Justicia y Transparencia (FJT) corroboró ayer que fiscales adjuntos prostituyen el Código Procesal Penal (CPP) y abusan de la discrecionalidad y facultades que poseen en la investigación de los crímenes y delitos, beneficiando la delincuencia a cambio del pago de sobornos.
Trajano Vidal Potentini, presidente de la entidad, citó como acciones claras y evidentes del manejo doloso de los expedientes por parte de los fiscales adjuntos, el dejar vencer los plazos procesales, negligencia y dejadez en el proceso de investigación y la recolección de pruebas contaminadas y por consiguiente ilegales e inadmisibles.
Señaló que en ocasión de las vistas de medidas de coerción, en principio, los fiscales adjuntos piden la prisión preventiva, lo cual se hace constar por escrito y posteriormente coinciden con los argumentos de la defensa, sin dejar rastros de esta coincidencia en razón de que las argumentaciones no se plasman por escrito.
Todo este poder y margen de discrecionalidad con que actúan los fiscales ha servido para esconder acciones y conductas ajenas a la ética y la moral que se están perpetrando a lo interno del Ministerio Público, agregó el jurista.
No obstante, reconoce que el Ministerio Público ha registrado avances en el orden institucional. Resaltó los avances particulares de la Procuraduría General.