Con la misma filosofía mitológica de la leyenda cristiana sobre el ave fénix, cuya característica es resurgir de sus propias cenizas, así fue constituida   hace quince años la Fundación Fénix, institución que tiene como lema “Volver a vivir” y que su mentora, Giralda Busto de Imbert, formó con la intención de ayudar a las personas  con problemas de adicción.

Esta mujer, de nacionalidad cubana, pero que  asumió como suya nuestra patria, se motivó a crear esta fundación  junto al general vitalicio Antonio Imbert Barrera, luego de conocer de cerca la problemática de la adicción en  República Dominicana, cuando en 1990 tuvo la oportunidad de compartir con el doctor Omar Mejía, quien para entonces desarrollaba un programa de tratamiento a personas adictas.

Desde su creación en 1994 la Fundación Fénix ha ayudado a salir de la adicción a más de dos mil personas, lo que les permite volver a ser entes productivos de la sociedad, contó a ¡Vivir! Giralda Busto de Imbert.

“Lo que nos motivó a crear la Fundación Fénix fue brindar a las personas adictas la oportunidad de salir de ese abismo, pero no solo los que tienen adicción a drogas prohibidas, sino la adicción a nivel general, tanto los que consumen sustancias ilícitas como los jugadores de bancas de apuestas y casinos”.

“Tal como el ave fénix, que resurge de sus propias cenizas, nosotros sentimos que cuando las personas  están en el mundo de la adicción y logran salir, les ocurre como el ave fénix, se convierten en  personas nuevas. Ayudamos a que esas personas, sumidas en las cenizas de la adicción, consumo y dependencia, puedan salir de esa situación. Decidimos ayudar a estas personas, pero de manera menos denigrante. Yo veía  que en otras instituciones a estas personas generalmente  les rasuraban la cabeza, lo interrogaban, le tiraban agua fría, que vendían en las calles  y otras cosas que hacía que el adicto fuera identificado por la sociedad, pero nosotros quisimos darle un enfoque distinto, ayudarles a que se recuperasen,  pero diferente”.

Giralda Busto entiende como un error que el adicto  maneje dinero, como ocurre con otras instituciones, porque si una persona con este problema tiene dinero podría comprar la droga de su preferencia.

Labor diaria

En ésta institución se brinda orientación y ayuda a las personas con problemas de adicción general, no solo de las drogas no permitidas, sino de todo lo que cause dependencia a las personas. Atienden mensualmente, en su fase terapéutica, a unas cien personas, divididas en grupos de treinta personas en cada  fase. Los trabajos en grupo se hacen con  doce personas.

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El problema

No es de ahora

Giralda  expresa que esta situación no es de ahora, pero que las autoridades no pusieron la atención debida en su momento. “Desde hace muchos años,  en los 90,  tuve algunos  contactos con  autoridades de instituciones que trabajan con el tema de las drogas a los que previne sobre el aumento del consumo que está  ocurriendo hoy día en el país y el  alcance que este flagelo podría tener, que  no se limitaba a cocaína y marihuana, sino que ya estábamos  a nivel de heroína, pero no me hicieron caso”.

Ludópatas, cada vez hay más en el país

Este tipo de adictos se ha incrementado en los últimos años en más de un 20%, esto significa que, o las personas con este problema antes  no buscaban ayuda o eran menos los que padecían de este problema.

Esto se debe a que ha habido en el país una gran proliferación de las bancas de apuestas, casinos y  tabernas,  afirma Vicente Tapounet Brugal, director del Programa de Tratamiento de la Fundación Fénix.

“La lududopatía es tan grave que podría se causa  incluso de delitos, tanto para el dependiente directo como del codependiente. La lucha para contrarrestar esta situación depende básicamente de recuperar a las familias que ya están afectadas”.

Considera que se debe desarrollar una agresiva campaña sobre lo que es una verdadera familia, funcional y  adecuadamente estructurada, donde haya comunicación, respeto de las función de cada miembro que la integran.

“Se necesita en el país para erradicar la adicción de una campaña de concienciación, y que cuando haya un problema en las familia  en vez de negarse a buscar ayuda se decidan a ir en busca de ésta”.

Afirma que este tipo de adicción se da en cualquier clase social. “El ludópata no tiene ninguna distinción, sino que puede pertenecer de cualquier clase, sexo, género o religión.