Con el entusiasmo de continuar el ejemplo de su padre, Melania Ramírez,  preside la Fundación Corazones en Servicio, una institución que se caracteriza por brindar diferentes tipos de ayuda tanto a jóvenes como a personas en general de Haina y sus zonas aledañas.

Ramírez explicó que no se dedican a ayudar  a instituciones específicas, sino a  personas que se les acerquen con algún problema, a quienes brindan apoyo económico, psicológico y de gestión. Además  realizan charlas educativas y preventivas como la prevención de embarazos en adolescentes.

“Nos acercamos discretamente a jóvenes descarriados y chicas que ejercen la prostitución, los capacitamos en un área técnica y tratamos de insertarlos en el ámbito laboral”, señala.

Pero, como indica Melania, a medida que los años pasan, la población aumenta, “lo que ha pasado a ser una preocupación para nosotros, porque crecen las necesidades, mientras los recursos disminuyen”. Al no recibir ningún tipo de ayuda, excepto de algunos allegados y de lo que se gana como odontóloga, la profesión que ejerce, Melania pide a las instituciones  y a la zona industrial de Haina, colaborar con la Fundación, para seguir con esta labor. “No nos importa el color, lo que necesitamos es que se integren como seres humanos”, resalta.

Actualmente, explica,  necesitan continuar  la construcción de una escuela técnica, la cual se inició, pero por falta de recursos, no se ha podido concluir. 

“Sabemos que construiremos nuestra escuela, porque somos hijos del dueño del oro y la plata”, resalta la doctora, quien deja ver su confianza  en Dios.

Inicios de la Fundación. Melania recuerda que su padre, a quien define como un hombre trabajador, humano, serio y espontáneo, aunque carecía de recursos, tomaba de lo poco que ganaba como zapatero para compartirlo con los más necesitados. De esa época hace más de 20 años.

“Mi padre, el primer zapatero de la comunidad, y mi madre, la primera modista, ayudaban a los enfermos del sector. Mi mamá los bañaba y les daba comida”, cuenta.

Como este fue el ejemplo que observó en su hogar, decidió hacer lo mismo. “Yo me involucré en  esa labor que hacían mis padres, y cuando ellos fallecieron quise continuar realizando ese trabajo”, explica Melania, quien a través del tiempo vio la necesidad de que   esa organización  estuviera legalmente constituida y hace dos años finalmente lo hicieron.

Hoy día cuentan con el apoyo de personas que trabajan  como voluntarios.

Actividades. Melania Ramírez señala que como deben continuar haciendo su trabajo, continuamente  buscan la manera de generar recursos. 

“Hacemos actividades pro recaudación de fondos, como la que tendremos en los próximos meses, en la que pensamos hacer un evento artístico con los jóvenes talentos del sector”.

Además están grabando un tema, un  sencillo, el cual será vendido.