Fundación Testimonio recuerda hombres que fueron fusilados en Las Manaclas

Fundación Testimonio recuerda  hombres que fueron fusilados en Las Manaclas

Raúl Pérez Peña (Bacho).

Un paso sobre otro, llega el recuerdo. La montaña, queda y agreste, guarda consigo una historia llena de heroísmo y dignidad que terminó con el fusilamiento de Manuel Aurelio Tavárez Justo (Manolo) y otros 28 hombres que formaban parte del movimiento guerrillero que se levantó en rechazo al golpe de Estado perpetuado contra el profesor Juan Bosch el 25 de septiembre de 1963.
Tavárez Justo, que pertenecía al frente guerrillero Enrique Jiménez Moya, fue fusilado el 21 de diciembre de 1963 junto a otros 15 hombres con quienes había pasado veinticuatro días en las escarpadas montañas de Las Manaclas. Todos se entregarían al ejército ante la promesa de que el triunvirato respetaría sus vidas.
De aquel día han pasado hoy 54 años. Pese al tiempo, la Fundación Testimonio se niega a olvidar, razón por la que regresa cada año a honrar la memoria de los dieciséis hombres que cayeron en Alto de la Diferencia, Las Manaclas, y los 13 restantes que fueron asesinados en otros puntos del país.
Una solicitud. Aunque el fusilamiento fue un día como hoy, el acto en honor de los caídos se realizó el 9 de diciembre en el memorial levantado en el Alto de la Diferencia, ubicado en el corazón del Parque Nacional Armando Bermúdez.
Breve, a causa de las densas nubes que hablaban de una lluvia que no permitiría que los vehículos salieran de allí dado el pésimo estado del camino que lleva a la “carretera” Manolo Tavárez Justo en Las Manaclas, el acto inició entonando el himno del 14 de Junio.
Posteriormente, tomó la palabra Raúl Pérez Peña (Bacho), miembro de la fundación y sobreviviente de la gesta, quien resaltó es necesario que los jóvenes conozcan la historia de los guerrilleros que dieron su vida en aras de restablecer la constitucionalidad y la institucionalidad malograda con el golpe de Estado.
“Este fue un movimiento gestado de manera consciente”, dijo Pérez Peña y recordó que una vez en las montañas Juan Miguel Román les advirtió que ellos eran apenas 24 hombres para enfrentar a los 2,400 soldados que estaban en la zona Norte.
Ganar era, por tanto, misión imposible. A pesar de ello, resistieron durante 24 días en las montañas hasta que fueron fusilados.
“Estos compañeros son la simbología de lo que fue la lucha contra el golpe de Estado; fue el primer movimiento de envergadura nacional contra el golpe de Estado y por restablecer el orden constitucional”.
“No pudimos pero sin embargo otros vinieron y dos años después estalló Abril y no triunfó Abril porque nada más nos dieron un día, 27 de abril, porque vino una tropa: 42 mil marines”.
Asegurando que el pueblo dominicano tiene tradición de lucha, Pérez Peña señaló que el futuro por el que ellos lucharon está trunco todavía. “Los ideales, ese ideal puro del que habla el himno (del 14 de Junio), se han conquistado”, dijo.
Tras el discurso de Pérez Peña habló Fidel Soto, cuadro político del Movimiento Revolucionario 14 de Junio y secretario general de la Unión de Estudiantes Revolucionarios (1967-1970) en el gobierno de los doce años de Joaquín Balaguer.
Soto dijo que la Navidad de 1963 fueron las más tristes porque los guerrilleros se entregaron confiando en las garantías de quienes fueron sus verdugos.
En el acto estuvieron presentes, además, Diamantina Carrasco viuda Parra, cuyo esposo Alfredo Parra Beato fue íntimo amigo de Manolo; y Rosa Arvelo de Messina, hija de Tulio Arvelo, historiador y héroe de la expedición de Luperón del año 1949.

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