MARSELLA, (AFP).- El fundador de la firma fabricante de prótesis mamarias PIP, Jean-Claude Mas, empresa que provoco un escándalo sanitario mundial, había creado una empresa en Costa Rica con el objetivo de reanudar la actividad, informaron fuentes judiciales.

La información fue descubierta por un peritaje realizado en el marco de la instrucción por «heridas y homicidios involuntarios» de que Mas es objeto.

El análisis de una computadora decomisada por los investigadores del caso, permitió descubrir ficheros relativos a la creación de la firma «SAS en Costa Rica a fines del verano (boreal) de 2010, y luego de una empresa FIT en Tolón (sur de Francia) en la primavera de 2011, para reanudar las actividades de fabricación de prótesis y asegurar su comercialización, especialmente en América del Sur», según las fuentes.

Un experto judicial señaló que, a fines de enero pasado, la computadora sirvió «para conectarse a los servidores de un establecimiento bancario en línea de Costa Rica».

Esa conexión se hizo en los días precedentes a la incautación de la computadora en la residencia de Mas y pocas semanas antes de que el fundador de PIP fuera detenido provisionalmente. En julio pasado, cuando Mas pidió su liberación a la justicia, se señaló un riesgo de huida a ese país. Mas, de 73 años de edad, fue puesto en libertad bajo control judicial a fines de octubre, después de ocho meses de detención provisional.

El escándalo PIP estalló en marzo de 2010 cuando se decidió el retiro de las prótesis del mercado francés y la quiebra judicial de la empresa, que había utilizado para sus implantes un gel de silicona impropio para uso médico en reemplazo del gel médico homologado, con el objetivo de reducir sus costos.

Frente a los riesgos de rupturas y de irritaciones que presentan dichas prótesis, a fines de diciembre de 2011 el gobierno francés recomendó a las mujeres portadoras de PIP en Francia que las retirasen, actitud seguida por algunos gobiernos extranjeros.

Las prótesis eran fabricadas en Francia, pero 84% de ellas eran exportadas, muchas de ellas a América Latina. Mas es objeto de varios procedimientos judiciales, uno por engaño, otro por heridas y homicidios involuntarios y un tercero por «blanqueo y bancarrota».