Pese a que fue advertido de que sería detenido apenas ponga un pie fuera de la embajada de Ecuador, Julian Assange, dijo que mañana hará una declaración pública «delante de la embajada», donde hoy grupos de seguidores del australiano esperaban con expectativa ver qué ocurrirá.
Kristinn Hrafnsson, número dos de Wikileaks, dijo en un diálogo telefónico con la AFP en Londres que «por razones de seguridad» no podía «dar detalles» sobre cómo se llevará a cabo esa declaración.
En tanto, desde Australia, el gobierno confirmó que su legación diplomática en Washington está preparada para una eventual extradición de Assange a Estados Unidos aunque habló de «planes de contingencia» y admitió que aún «no hay pruebas de que esa extradición se vaya a producir», según dijo el ministro de Comercio, Craig Emerson, en diálogo con la prensa.
Por su lado, Estados Unidos, donde el australiano teme ser juzgado por espionaje, «no forma parte de la Convención de 1954 de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre el Asilo Diplomático y no reconoce el concepto de asilo diplomático como una cuestión de derecho internacional», aseguró el viernes el Departamento de Estado.
Assange teme que si es extraditado a Suecia sea entregado a Estados Unidos, donde se le indaga por presunto espionaje tras la publicación de cientos de miles de documentos secretos de Washington en su portal WikiLeaks, por lo cual cree puede ser condenado a cadena perpetua o a la pena de muerte.