SOGAMOSO, Colombia, (AFP) – Más de 18,000 armas entregadas por los paramilitares fueron fundidas este viernes en Colombia para convertirlas en placas en honor a las víctimas de esas organizaciones, en una ceremonia supervisada por la OEA, que ha advertido del rearme de grupos de ultraderecha.

 El material fundido será usado en las placas que recordarán a las más de 9.000 víctimas civiles de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que durante 20 años se enfrentaron con las guerrillas por el control de territorios del norte y este de Colombia.

 El acto fue realizado en los hornos de la Siderúrgica Nacional, en la población de Sogamoso, departamento de Boyacá (centro), ante algunos familiares de las víctimas y con la presencia de José Miguel Insulza, secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA).

 El presidente colombiano, Alvaro Uribe, quien había anunciado su asistencia, se excusó a último minuto. En su representación asistieron el comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo y el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos.  La OEA, que por pedido de Bogotá ha supervisado el proceso de desmovilización de las Autodefensas, ha reconocido en sus informes que algunos de esos grupos de ultraderecha se están rearmando en diferentes regiones de Colombia.

 «Hay algunos grupos que continúan, que están armados, todos lo sabemos, pero comparativamente es una cantidad bastante menor», indicó Insulza. 

Las armas, de largo y corto alcance, fueron entregadas por 31.671 miembros de las AUC en el marco del proceso que llevó a su desmovilización entre 2003 y 2006, según el gobierno. 

Los principales jefes de las AUC están presos a la espera de ser juzgados al amparo de una polémica ley que les otorgó beneficios judiciales a cambio de su desmovilización.