Hasta años recientes, muchas comunidades no contaban con un lugar adecuado en donde acompañar por última vez a un ser querido fallecido; en consecuencia, el velatorio se efectuaba, o en la iglesia o en el hogar del de-cujus. Sin embargo, los tiempos han cambiado y podemos afirmar, que al menos las capitales de provincias, tienen un tanatorio para dar el adiós postrero a sus seres queridos.

Para los municipios cabeceras el contar con una funeraria y sus servicios conexos ha sido más difícil el resolver esta situación, sobre todo, cuando la Liga Municipal Dominicana no le suministra la totalidad de los fondos consignados en el Presupuesto Nacional. Por eso, una gran parte de estas localidades no poseen una funeraria que brinde este servicio indispensable cuando se acaba la vida de sus munícipes.

Nuestra extinta Madre tuvo la visión de promover una, sin embargo, cuando se edificó la iglesia en El Mamey, ella pensó que la antigua iba a ser destinada a estos fines, pero la misma fue demolida y en su lugar se edificó la casa curial.

Al existir un buen terreno aledaño a la iglesia parroquial, el Padre Bonilla, el alcalde Sarita y el que estas líneas escribe, nos constituimos en promotores para llevar a cabo tan necesaria construcción. Durante dos intensos años hemos, no solo tocado puertas, sino a los compueblanos que debido a buscar un mejor medio de vida, se vieron obligados a emigrar y hoy no olvidan el terruño que los vio nacer y en donde esperan reposar el día que les toque volver a la tierra.

La tarea no ha sido nada fácil, ya que se ha iniciado esta obra en el momento de mayor recesión económica, no solo nacional, sino también internacional, lo que ha impedido que los cientos de los habitantes del Municipio de Los Hidalgos diseminados por el mundo, no han podido contribuir como fueran sus deseos, esto ha sido compensado por las amistades de sus ciudadanos.

Pero como siempre, hubo personas que no creyeron en el proyecto y por supuesto, aun pudiendo aportar recursos económicos a dicha construcción, se hicieron como se dice “los chivos locos” y ahora, no obstante esa pasividad, se beneficiarán de las instalaciones, la cual incluye un cuarto frío que contribuirá a que un cadáver puede mantenerse hasta que sus familiares vengan del extranjero, tal y como ya ha sucedido.

Como la funeraria será inaugurada la semana que viene, nos abstendremos de señalar aquí las grandes contribuciones que hicieron que está obra, cuyo costo hasta ahora está rayano en catorce millones de pesos, serán motivo del agradecimiento público, algunos de los cuales sus nombres figurarán en una tarja de bronce para recordar tan noble gesto.

El Mamey, cabecera del Municipio de Los Hidalgos en la provincia de Puerto Plata, fue otrora una comunidad bendecida por una excelente producción agrícola, la cual ha sido disminuida por la aparición de la broca y la roya, que ha desaparecido sus cafetales.

Esta magnífica obra, nosotros la hemos calificado como la mejor funeraria de Santiago hacía abajo. Para aquellos munícipes que no contribuyeron no obstante poseer recursos para hacerlo, les hemos dado la lección de que sus aportes no hicieron falta. Esperemos que en otras obras comunitarias comprendan que la unión de voluntades y de recursos hacen que obras que parecen imposible con el auxilio de todos se convierten en realizables.