Fútbol, la religión del Brasil

<P>Fútbol, la religión del Brasil</P>

Todo Brasil dejó de trabajar ayer, en horas de la mañana, para ver a su equipo jugar contra el de Corea del Norte. Era día de fútbol, día de la verdadera religión de la más grande y la más festiva nación del continente americano.  Todos querían ver el debut de su selección en el Mundial. Así lo hicieron y acogieron  con cierto escepticismo la ajustada victoria de su equipo ante Corea del Norte por 2-1.

AP. JOHANNESBURGO.  Un gol de Maicon desde un ángulo imposible a los 55 minutos le abrió ayer a Brasil las puertas a una victoria por 2-1 sobre Corea del Norte en su debut en la Copa Mundial, en un partido que dejó muchas dudas acerca del potencial de los sudamericanos.

Maicon anotó con un remate casi desde la raya de fondo, que sorprendió al arquero, quien esperaba un pase atrás.

Elano aumentó a las 72 al recibir un pase magistral de Robinho, el mejor de Brasil, y Ji Yun Nam descontó a los 89.

Los brasileños quedaron así como únicos líderes del Grupo F, en el que previamente Portugal y Costa de Marfil habían empatado sin goles.

El tanto de Maicon luego de casi una hora de juego dio tranquilidad a una selección brasileña que mostró pocas ideas, en la que Kaká pasó casi inadvertido.

“Llegué medio sin piernas, pero me dije ‘voy a buscar el gol’. Y se dio”, expresó Maicon.

“Es importante empezar ganando y lo hicimos”, agregó.  Los norcoreanos, que juegan su segundo mundial y el primero en 44 años, se las ingeniaron para rechazar los tímidos ataques de los brasileños, que se mostraron muy cautelosos en una noche helada, con tres grados centígrados (37 Farenheit).

Maicon subió poco, pero cuando lo hizo, marcó la diferencia. En su primera incursión ofensiva seria, remató al arco y el portero Ri Myong Guk desvió al córner en el primer tiempo. Robinho fue el brasileño más incisivo, con algún chispazo de lujo y varios tiros al arco desde media distancia, que fueron la principal arma de Brasil.

Michel Bastos motivó una lucida atajada de Guk con los puños un remate desde unos 25 metros y también ejecutó un tiro libre desde el borde del área que salió muy cerca del travesaño. La subida de Maicon a los 55 compensó todas las fallas ofensivas y Brasil respiró aliviado cuando Robinho le hizo un pase milimétrico a Elano, quien entrando por la derecha marcó el segundo gol del choque.

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