Custodiada celosamente por agentes de la Policía, seguridad privada y miembros del servicio secreto, se encontraba ayer la que será la futura vivienda del presidente electo Luis Abinader y su familia, mientras se intensifican los trabajos para culminar los detalles para posibilitar su mudanza.
En la que se espera sea la mansión presidencial antes del 16 de agosto, que está ubicada en la calle Dr. Núñez Domínguez del exclusivo sector La Julia, se pudo observar una gran cantidad de obreros trabajar a toda marcha en su remodelación, en labores de pintura, siembra de plantas ornamentales, así como la adecuación y terminación de los espacios en el interior.
La seguridad no quiere saber de la prensa. Mientras el equipo HOY observaba la actividad intensa tanto en la vivienda que alojará la familia presidencial, como en otra edificación que le queda justo al lado, que según se dice, será usada para la seguridad del recién electo primer mandatario, tres personas de seguridad se acercaron presurosos y pidieron el inmediato retiro de los periodistas.
“Desde la otra acera pueden grabar”, dijo el vigilante mientras intentaba tapar la cámara del periodista Balbiery Rosario, lo que provocó una discusión sobre el trabajo de la prensa y el tránsito en la vía pública.