LONDRES. Agencias. Los líderes del G20 adoptaron ayer en Londres un plan para salir de la crisis, que inyecta un billón de dólares a la economía mundial a través de organismos financieros multilaterales y regula los paraísos fiscales así como los salarios y bonificaciones de los banqueros.

El primer ministro británico Gordon Brown, anfitrión del la cumbre, informó que el acuerdo incluye una inyección de un billón de dólares en la economía global a través del Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras instituciones financieras.

Este dinero incluye la triplicación de los fondos disponibles del FMI, que pasarán de 250.000 a 750.000 millones de dólares.

El acuerdo del G20 prevé también que el FMI venda su oro para ayudar a los países pobres, anunció el primer ministro británico, que aseguró que el «histórico» acuerdo permitirá crear millones de empleos.

El G20 habrá inyectado un total de cinco billones de dólares en la economía mundial para fines de 2010, indicó Brown. 

El presidente estadounidense Barack Obama declaró  en Londres que la cumbre del G20 marcó «un giro histórico», al adoptar «medidas atrevidas» para reactivar la economía mundial. La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró este jueves que el acuerdo logrado por la cumbre del G20 en Londres constituía «un compromiso histórico para una crisis excepcional».

El acuerdo del G20 provocó euforia en las bolsas mundiales y coincidió con una reducción de la tasa de interés del Banco Central Europeo a un mínimo histórico.

La cifra

1.25

Por ciento.  Es el nivel de la tasa de interés del Banco Central Europea tras ser bajada ayer en un cuarto de punto, menos de lo previsto. Su presidente, Jean-Claude Trichet, no descartó una nueva baja en el futuro.