TRIPOLI. AP.  En un apasionado mensaje transmitido desde su escondite, Moamar Gadafi advirtió ayer que las tribus leales a él en importantes bastiones están fuertemente armadas y se preparan para la batalla, un acto de desafío horas después que los rebeldes extendieron el plazo para la capitulación del poblado natal del ex mandatario.   Los rebeldes, que han estado moviendo tropas hacia otros bastiones de Gadafi en Libia, aplazaron una semana la fecha límite para la ciudad de Sirte, originalmente fijada para el sábado, con la esperanza de evitar el derramamiento de sangre que produjo su ataque a Trípoli. 

 El jueves se cumplió el 42mo aniversario del golpe militar que derrocó al rey Idris y elevó a Gadafi al poder.   Los rebeldes han estado a la caza del líder libio desde que éste se vio obligado a ocultarse cuando las fuerzas opositoras ingresaron en Trípoli el 20 de agosto y consiguieron el control de la mayoría de la capital luego de días de intensos combates.